César Alierta continuará como consejero en Telefónica

César Alierta lo tiene claro. No piensa dar un paso atrás. Quiere continuar como consejero de Telefónica y, por tanto, optará a la reelección en la próxima Junta de Accionistas, dado que en mayo acaba su mandato. Es lo que me transmiten fuentes muy cercanas al ex presidente de Telefónica, sorprendidas al leer la información de El Confidencia Digital en la que se asegura que Alierta abandonará el sillón que ocupa desde hace un año cuando dejó paso a José María Álvarez-Pallete al frente de Telefónica.

Su entorno más cercano me cuenta que sí, que ha estado dando vueltas a las dos opciones durante un tiempo; pero ya lo tiene claro. Sus amigos le han recomendado seguir (y él también lo ha decidido así) por varios motivos, aunque el más importante tiene nombre propio: Prisa. Alierta es el principal impulsor de la revuelta accionarial contra Juan Luis Cebrían al frente del grupo mediático; por lo que se avecinan tiempos complejos. Cebrián tratará de defenderse con uñas y dientes. ¿Qué significa eso? Pues que seguramente habrá algún ataque contra el expresidente de Telefónica y la mejor forma de capear el temporal es tener el respaldo de la operadora.

El asalto a Prisa

Alierta ha conseguido reunir al núcleo duro de los accionistas para que en el próximo Consejo obliguen a Cebrián a dar un paso atrás en Prisa. Es decir, el respaldo de Amber Capital (19,2%) y Caixabank (3,8%); lo que unido al 13% que Telefónica tiene en el Consejo, supone una mayoría abrumadora para apartar al fundador del diario El País. No sólo eso, es que Alierta no tendría problema en situarse como presidente del Grupo tras el descabezamiento.

Esa lucha -que resulta inminente- puede alargarse en el tiempo; no hay que olvidar que Cebrián es perro viejo y conoce bien los puntos fuertes y débiles de sus rivales. Así que es de esperar que pase a la acción en las próximas semanas. De hecho, ya salvó un match ball  en el último Consejo donde logró in extremis aprobar las cuentas del grupo. Así que cabe la posibilidad de que tengamos varias batallas hasta llegar al final; de ahí la importancia para Alierta de continuar bajo el abrigo de Telefónica.

Alierta está sorprendido porque algunos de sus antiguos compañeros y directivos le han dado la espalda tras su salida de la presidencia

Ahora bien, aunque el expresidente ha optado por la continuidad, no significa que esté del todo satisfecho en cómo se han ido produciendo los acontecimientos. Sus mas cercanos relatan cómo Alierta se siente decepcionado con el trato que le está dando la actual dirección de la operadora. No sólo por la celeridad con la que Álvarez-Pallete está renovando los cargos de confianza, eliminando a todos aquellos cercanos al expresidente; también porque muchos de los que ahora están al frente eran estrechos colaboradores suyos hasta hace un año y, ahora, su relación ha cambiado por completo. Ya se sabe aquello de que, perdido el poder -y ocupado el sillón de consejero- la amistad y el apoyo queda por el camino.

A eso hay que sumar las salidas que -poco a poco- se van sucediendo en el Consejo de Administración, que también se va conformando a imagen y semejanza de Pallete. La última ha sido la de Pablo Isla. El presidente de Inditex llegaba en 2002 a la operadora, cuando fue nombrado consejero independiente. 15 años después cree que ha llegado el momento de apartarse. Más que nada, según publicaba El Mundo, porque cree que va en contra del gobierno corporativo; un consejero con tantos años en la empresa no puede defender ya los intereses de los accionistas y, por tanto, no puede considerarse como independiente.

El cargo de Isla, al igual que el de Alierta, vence el próximo mes de Mayo. También lo hacen el de otros miembros como Gonzalo Hinojosa e Ignacio Moreno; así como el del propio presidente Álvarez-Pallete a quien se da por reelegido. Será en la próxima Junta de Accionistas -prevista para finales del próximo mes o primeros del mes de junio cuando se pongan boca arriba todas las cartas de la baraja del nuevo Consejo; y en ella estará César Alierta.