De Madrid a Barcelona pasando por Albacete. El cine vale distinto según donde vives

No cabe duda alguna, es una de las máximas más repetidas por la opinión pública y que -además- ha pasado a convertirse ya en todo un mantra en nuestro país: ir al cine es demasiado caro. Sin embargo, la realidad es que nos encontramos ante un mercado que varía sobremanera entre las distintas regiones de España y en el que la diferencia llega hasta los cuatro euros para las entradas normales entre la ciudad más cara, Madrid, y la más económica: Albacete. Un pellizco bastante importante para la cuantía final a desembolsar.

Pero, si Madrid cuenta con la media más alta entre semana, la Ciudad Condal no se queda atrás y se erige con el dudoso honor de alojar  la sala donde los precios son más desorbitados durante los fines de semanaCinesa Diagonal Mar, donde un ticket normal se lanza hasta los 10 euros de coste.  En el polo opuesto se sitúa el cine Los Ángeles, en Santander, el más barato de España con una entrada normal por tan solo cuatro euros. Es decir, más de seis euros de diferencia entre ambas.

En cualquier caso, estos datos se desprenden del último informe realizado por FACUA, que ha analizado más de 150 salas alrededor de las capitales de provincia de España. Del mismo, se desprende, como nota general, que el coste medio de un ticket para acudir a ver una película se sitúa en los 6,87 euros de media en 2017.

cine pantalla Merca2.esSin embargo, cabe recordar, antes de nada, que desde la Federación de Cines de España (FECE) se asegura en los últimos años que esta tendencia está cambiando. Es decir, que «los espectadores no perciben esta sensación», gracias a los distintos esfuerzos que están realizando las salas a través de promociones, tarjetas de fidelización y otros métodos que en definitiva tratan de lograr el objetivo de que la gente vuelva a abarrotar los asientos de estos centros de ocio audiovisual.

Este fenómeno lo confirma FACUA  –a través de su estudio- y lo admite a través del portal web: «La mayoría de los cines incluidos en el estudio cuentan con promociones, bonos o precios especiales para los poseedores de tarjetas de fidelización, que permite rebajar el coste de la entrada a las personas que acuden con frecuencia al cine».

Así se reparte el cine el dinero de tu entrada

Esto no evita que la propia asociación considere estos esfuerzos como «insuficientes», al menos todavía. De hecho, admiten que las mismas solo buscan fomentar la afluencia entre semana y, en los casos de poder aplicarse en fin de semana o festivos, los descuentos suelen estar condicionados a una serie de condiciones: como acudir en familia, o en grupo…

El triunfo de los Miércoles al Cine en este sentido merece tener una mención especial. Y es que, 118 de los 143 cines del estudio ya se han adscrito a esta oferta, y la mayoría lo suelen combinar con el día del espectador. El precio medio de la primera es de 4,30 euros; mientras que el segundo es algo superior y sube hasta los 5,53 euros.

Barcelona, Madrid y Guadalajara: las más caras durante el fin de semana

Barcelona, Madrid, Guadalajara, Oviedo y Vitoria-Gasteiz se convierten en las cinco capitales de provincias donde sale más caro acudir al cine -en fin de semana- durante los primeros meses de 2017. De hecho, la diferencia se puede lanzar hasta el 150% entre las entradas más costosas y las más baratas cuando se acude al cine en festivos, y sin que se aplique ningún tipo de precio especial.

En lo respectivo a los días laborables; Madrid, Oviedo, Barcelona y Vitoria-Gasteiz repiten en el ranking , pero también se cuela Bilbao, con un coste superior a los ocho euros todas ellas. Como ya se ha adelantado -anteriormente- Albacete es la capital más barata.  A la ciudad castellana le siguen Almería, Huelva y Melilla, todas con la entrada a cinco euros, y Granada, con una media de cinco euros y medio.

Por otro lado, FACUA ha confirmado que ha denunciado a todos los cines de los grupos Cinesa, a siete salas de Galicine y a cinco de Kinépolis por llevar a cabo una práctica ilegal como política de empresa: prohibir la entrada de alimentos y bebidas de fuera. Sobre todo, teniendo el coste -exageradamente alto- que tienen estos en el interior.