Si quieres trabajar en JP Morgan no puedes despreciar la llamada, porque sólo hay una. En los próximos meses cientos de personas tratarán de graduarse en la firma. Algunos lo harán como analistas. Otros, en cambio, tendrán que ser meros aprendices.
El banco de inversión comenzó con su Escuela de servicios financieros en Bournemouth en el año 2013, y este año lo ha hecho extensivo a Londres. Así que si estás interesado, todavía tienes la oportunidad de hacerlo porque el plazo para presentar la candidatura termina antes de que acabe el mes de marzo. ¡Date prisa!
Se trata de un curso de post grado de seis meses de duración, que engloba una parte de enseñanza y otra de prácticas remuneradas. ¿El coste? Algo más de 20.000 euros en Londres y poco más de 15.000 en Bournemouth.
Prácticamente todos los becarios que entraron el año pasado, acabaron adquiriendo un puesto de cierta relevancia en el banco una vez que terminaron las prácticas. La competencia, como te puedes imaginar, es feroz. Cada vez más, explican desde JP Morgan, y según cuenta el portal americano Business Insider.
De hecho, el número de candidaturas para hacer este curso de postgrado se ha multiplicado por 20 en los últimos tiempos, y hay estudiantes de que viajan desde todo el mundo para garantizarse en él una plaza. Con ese nivel de competitividad encima de la mesa, la tarea de los responsables de seleccionar el talento no debe ser nada fácil. Phill Paige es uno de ellos, y es el encargado de responder a las preguntas del medio estadounidense.
«Mi candidato ideal debe demostrarme que, de verdad, quiere trabajar en JP Morgan«, dice el representante de este gigante de las fiananzas. «La motivación para nosotros es esencial -continúa-. De hecho, hay algunos programas enfocados a ello. Desde la experiencia laboral a cursos de verano, porque esto les demuestra que te mueves, que tienes interés y que eres parte del sistema. Ese sería un buen comienzo para nosotros».
«Mi candidato ideal debe demostrar que quiere trabajar -de corazón- en JP Morgan»
A partir de ahí, explica, lo que hacen es buscar otro tipo de señales que puedan ayudarles en el proceso. «Nos fijamos en que sean capaces de investigar», explica. De hecho, una de las sesiones que se realizan durante la selección es una ronda de preguntas y respuestas con los actuales alumnos. Allí los candidatos pueden preguntarles lo que quieran.
«Nos fijamos en quién hace preguntas inteligentes. Bien porque tienen información propia sobre la empresa o el programa, o porque han hecho trabajos sobre nosotros y cómo trabajamos», sentencia Paige.
Pruebas de máximo nivel
«Tenemos un proceso de selección un tanto riguroso en su lugar, y consta de varias estapas. Entrevistas, ejercicios en grupo, una gran sesión de redes de Internet y ahora también utilizamos videoentrevistas. Cuando nos encontramos con los candidatos en la etapa de evaluación, les decimos que esto son solo oportunidades para enseñarles lo que han conseguido», explica en este sentido el propio reclutador.
«Cualquier cosa que demuestre interés es un gran punto a favor -continúa para fianlizar-. Deben mostrarnos que están dispuestos a aprender y que son capaces de aplicarlo en su trabajo».