La formación de los continentes de la Tierra está ya más que investigada pero, aún así, cada día siguen saliendo a la luz nuevos estudios que revelan una nueva situación sobre la formación de la Tierra. Es bien sabido por todos que, en la actualidad, los continentes se encuentran sobre las placas tectónicas, unos bloques que se encuentran debajo de la Tierra y que con sus movimientos provocan terremotos, cordilleras e incluso volcanes, pero el origen de todo sigue siendo un gran misterio para los grandes geólogos.
Los especialistas se siguen preguntando si las placas tectónicas están ahí desde el principio o si existió un período en el que la superficie terrestre fuese más rígida y más segura que hoy en día ya que el movimiento de las placas es imparable. Es por ello por lo que los geólogos siguen en busca y captura del principio de todo.
Un gran caparazón podría haber cubierto toda la superficie terrestre antes de la formación de las placas tectónicas.
Ahora han podido estudiar una de las rocas con más antigüedad del planeta Tierra, que se encuentra en Australia. La edad de esta roca es de 3.500 millones de años y parece ser que ha ayudado a los geólogos ha desvelar un gran misterio. Es posible que, en un principio, las placas tectónicas no existieran sino que la Tierra estuviera cubierta por un caparazón rígido. Después, este caparazón que cubría la Tierra se fragmentó y nacieron las placas tectónicas.
En esta investigación, publicada en la revista Nature, el profesor Michael Brown ha declarado que su investigación apoya la hipótesis de que la corteza continental se formó a través de una especie de techo inactivo al comienzo de la historia de la Tierra, y que luego se formaron las placas tectónicas. Estas no estuvieron ahí desde el principio.
Para poder realizar estas afirmaciones, los investigadores se desplazaron hasta el noroeste de Australia, concretamente hacia el cratón de Pilbara, para poder estudiar las rocas más antiguas de la Tierra. Allí cogieron algunas muestras de granitos y analizaron unos basaltos de la formación de Coucal.
La existencia de rocas formadas a partir de la baja presión y las altas temperaturas reafirman esta creencia de los geólogos.
Estas muestras escogidas no fueron al azar, no, sino que se eligieron dos tipos de roca que suelen estar relacionadas y que se originan, según se piensa, por las placas tectónicas. Ahora bien, este nuevo estudio muestra que los granitos podrían haber surgido a partir de los basaltos de Coucal, es decir, que no han nacido del movimiento de las placas tectónicas, sino de otra roca debido a las altas temperaturas y a la elevada presión, un escenario habitual.
Así que, debido a esta investigación, Brown y su equipo han concluido que los primeros continentes no se formaron por el movimiento de las placas tectónicas, sino que se formaron después de que una gran corteza que cubría la superficie terrestre se fracturase. La formación de las placas vendría después.