Crean una alternativa al aire acondicionado que no consume electricidad

El pasado verano, la plataforma Kelisto.es aseveraba en un estudio que cada hogar español paga una media de 160 euros más durante los meses estivales a causa del uso de aire acondicionado. En Estados Unidos los datos indican que alrededor del 6% de toda la energía que generan se dedica a enfriar hogares y centros de trabajo mediante el aire acondicionado. Son, claro, patrones de consumo propios de países avanzados, pero países emergentes densamente poblados como China o India se acercan cada vez más a estas cifras.

Pero no nos enfrentamos únicamente a un problema de consumo: el aumento del uso de aires acondicionados se traduciría hoy en más emisiones de gases de efecto invernadero, por no mencionar que conllevaría aumentar 1’5-2 grados la temperatura en el exterior de las grandes ciudades (según el CIEMAT). Parecemos, a priori, abocados a un círculo vicioso de aumento de temperatura y de gasto eléctrico. Pero… ¿y si la ciencia de materiales hubiera dado ya los primeros pasos para evitarlo?

Hace unos días, nos llegaba desde la Universidad de Colorado la noticia de que dos de sus investigadores, Ronggui Yang y Yin Xiaobo, habían sido capaces de desarrollar un ‘papel film’ -un polímero híbrido transparente de un espesor poco mayor que el del papel de aluminio de nuestras cocinas- que sería capaz de enfriar edificios sin recurrir al uso de sustancias refrigerantes ni de energía eléctrica.

«Con tan sólo entre 10 y 20 metros cuadrados de este material en la azotea podría enfriarse sin problemas una casa unifamiliar en verano»

¿Cómo es posible? Porque este polímero funciona gracias a un proceso que conocemos como ‘enfriamiento radiativo pasivo’ que permite reducir su temperatura mediante la expulsión de la radiación retenida, convertida en ondas infrarrojas. Expliquemos esto: Las características de los materiales determinan qué cantidad de radiación son capaces de reflejar, transmitir o absorber; así, por ejemplo, los materiales oscuros como el asfalto tienden a absorber la luz visible (calentándose en el proceso). De modo que Yang y Xiaobo sólo tuvieron que hacerse una pregunta: «¿Y si pudiéramos enfriar objetos sin necesidad de usar electricidad, únicamente manipulando el modo en que la luz solar incide sobre los materiales?».

No afecta sólo al aire acondicionado: también a la vida útil de las placas solares

Durante años, utilizar el proceso de enfriamiento radiativo pasivo durante el día ha constituido un desafío: la más mínima absorción de energía solar por una superficie parecía imposibilitarlo. La labor de los investigadores fue crear un material capaz de garantizar la reflectancia de la luz solar (objetivo que lograron gracias a un fino recubrimiento de plata) al tiempo que siguiera permitiendo la expulsión de radiación infrarroja (contando para ello con microesferas de vidrio).

Gracias al bajo precio de los materiales usados en la elaboración de este material, sus creadores se muestran convencidos de lo sostenible de su producción en masa en formato rollo. «Con tan sólo entre 10 y 20 metros cuadrados de este material en la azotea podría enfriarse sin problemas una casa unifamiliar en verano» y permitirnos así olvidarnos del aire acondicionado, según explica otro de los investigadores implicados, Gang Tan.

Pero su utilidad podría llegar más allá, hasta el punto de poder incrementar en un 2% la eficiencia y la vida útil de los paneles solares tan sólo con aplicarlo en su superficie, evitando así su sobrecalentamiento. Ahora, los investigadores planean explorar las posibles aplicaciones de su creación a industrias tan dispares como la agrícola y la aeroespacial.

Vía | Univ. of Colorado Boulder