Muchos medios estadounidenses, como la CNN, han publicado esta misma información al revés, afirmando que un 52% de los votantes confían en los medios de comunicación más que en el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump. Pero lo realmente sorprendente es el dato contrario. A pesar de su probada capacidad como expendedor de mentiras, un 37% de los estadounidenses confía más en Trump que en la prensa.
Es el resultado de una encuesta de la Universidad de Quinnipiac que, además, muestra un grave desequilibrio entre tipos de votantes. Un 86% de los votantes demócratas afirman confiar más en los medios que en el presidente. Entre los republicanos, un abrumador 78% cree más en las palabras del 45 Presidente de EEUU, diga las burradas que diga.
Esto supone que Trump ha conseguido su objetivo de desacreditar a los medios entre su base de seguidores fanáticos pero también entre votantes republicanos tradicionales. Sus coletillas de ‘fake news’ (noticias falsas) y cosas como afirmar que la prensa es el gran enemigo del pueblo americano no han ayudado.
Universitarios por algo
La división también existe por nivel educativo. Los universitarios saben que tienen que confiar más en los medios (55% vs 37%) y los no universitarios prefieren escuchar las mentiras de Trump (justo en la misma proporción, pero al revés).
Los votantes blancos suelen estar divididos, mientras que el resto tienen en su mayor parte (68%) predilección por los medios.
En lo que hay menos conflicto es en coincidir en que Trump no está haciendo un buen trabajo con los medios. Un 61% de los americanos no está de acuerdo con el trato que da Trump a la prensa. A un 73% de los estadounidenses les parece fantástico que su presidente mienta más que habla.
Bueno, no exactamente. Durante la campaña electoral se constató que, en un periodo de cinco días, Trump había mentido una vez cada tres minutos en sus intervenciones públicas. No hablamos de sus políticas, de su cociente intectual, de cómo se está enriqueciendo y va a seguir haciéndolo a costa de la presidencia o de cómo está desmantelando el tejido moral de EEUU. Que Trump miente es un hecho objetivo y demostrable. Simplemente, a una gran parte de los estadounidenses parece no importarles.