¿Y si la adicción a los medios sociales fuera culpa de nuestros genes?

Cada vez más gente usa los medios sociales, y lo hacen durante cada vez más horas al día. Y sin embargo, entre sus usuarios se dan grandes diferencias, aun aislando factores como la edad. Pero cuando los científicos se han puesto a investigar la razón última de estas diferencias, no han hecho más que resucitar un viejo debate con profundas ramificaciones ideológicas: ¿Qué grado de influencia tienen respectivamente sobre nuestro comportamiento el entorno en el que crecemos y los genes con los que nos dota la Naturaleza al nacer?

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Y es que un reciente estudio científico llevado a cabo por investigadores del Instituto de Psicología, Psiquiatría y Neurociencia del King’s College de Londres pone sobre la mesa la hipótesis de que nuestro modo de uso de los medios sociales (es decir, no ya sólo las redes, sino también medios de comunicación digitales, juegos online, chats, etc) se encuentra notablemente condicionado por nuestro ADN.

A lo largo de la investigación (publicada ahora en Plos One), los científicos recurrieron a sujetos de entre 16 y 24 años participantes en el Twins Early Development Study (TEDS), un macroestudio que lleva desde 1994 analizando múltiples aspectos del comportamiento de 15.000 parejas de gemelos nacidos en Inglaterra y Gales. Tras separar entre 4250 gemelos idénticos (los que comparten el 100% de sus marcadores genético) y otros 4250 no-idénticos, los investigadores fueron capaces de estimar la influencia de genes y entorno, respectivamente, en la relación de los sujetos con los medios sociales.

La influencia de los genes, en torno al 30%

Y los resultados no dejan lugar a la duda: la herencia reveló tener un papel determinante en el tiempo que los adolescentes analizados pasaron usando juegos online (39%), plataformas de entretenimiento (36%) o redes sociales (24%). El público ajeno a los debates sobre genética conductual podría, claro está, considerar estas cifras poco sorprendentes. Al fin y al cabo, los resultados pueden leerse también de otro modo: «entre el 64% y el 75% de nuestro comportamiento online está determinado por el entorno».

Sin embargo, ningún científico sostiene la exclusividad de los genes a la hora de explicar nuestro comportamiento online u offline (porque es obvio que aspectos como el número de dispositivos inteligentes con los que cuenta un hogar o la actitud de los padres hacia la tecnología resultan en muchos casos fundamentales), pero la postura contraria (esto es, que estamos expuestos pasivamente a los medios y que sólo reaccionamos en base a los mensajes que éstos nos hacen llegar) sí cuenta con defensores en ambientes académicos.

¿Eres infeliz? Seguramente las redes sociales tengan la culpa

La investigadora principal del estudio, la neurocientífica canadiense Ziada Ayorech, explica que los resultados contradicen las «populares teorías» que presentan a los medios sociales como entidades externas que influyen (positiva o negativamente) «sobre consumidores indefensos» para, por el contrario, «poner al consumidor el el asiento del conductor, capaz de seleccionar y modificar su exposición a los medios de acuerdo a sus necesidades» y a su particular configuración genética.

Así, según indica Robert Plomin (también especialista en genética del comportamiento del King’s College), la clave fundamental de este complejo equilibrio entorno / genes reside en que proporciona capacidad de elección: «Allí donde una persona decide buscar únicamente medios online que respalden sus propios puntos de vista, otros pueden optar por explorar posiciones encontradas».

Vía | Science Direct
Imagen | hobvias sudoneighm