Vivimos en la era digital, en la que la conexión a la red se ha convertido en un bien de primera necesidad para los ciudadanos, -al menos en los países desarrollados- que ya no pueden imaginarse una vida desconectada de la otra realidad.
Sin embargo, los datos no son del todo esperanzadores en nuestro país. Y es que, en 2015 más del 70% de las conexiones fijas en España aún contaban con menos de 30 megas de descarga por segundo, velocidad que se considera de frecuencia baja.
Esta realidad es cierta, y si se mira desde el polo opuesto,los resultados se siguen manteniendo igual de contundentes: Solo el 29,8% de los hogares españoles cuentan con banda ancha fija, de alta velocidad, para su conexión a Internet, según se desprende del último informe sectorial publicado por la Comisión de los Mercados y de la Competencia (CNMC).
Aunque existen algunos datos positivos que merecen ser puestos en valor. Nuestro país cuenta con una extensión de redes de fibra -las de mayor velocidad y entre las que se encuentra la de tipo óptico- mayor que la media europea. Si para el conjunto de la Unión se corresponde con un nueve por ciento, en el caso español se lanza hasta el 17% del sistema total de banda ancha.
Sin embargo, hay que destacar una variable que está condicionando este fenómeno y el devenir de las operadoras de telecomunicaciones: «El tráfico originado en red fija descendió un 12,9%, frente al aumento experimentado por el originado en redes móviles«, aseguran desde la CNMC.
En este sentido, el estudio señala que en 2015 crecieron con fuerza las líneas que adoptan la tecnología 4G para conectarse a Internet en España. Un total de 39 millones de líneas accedieron a Internet a través de las redes de comunicaciones móviles, una cifra un 6,3% superior a la contabilizada en 2014.
Un sector que se estabiliza
En cualquier caso nos encontramos ante un área de negocio que llegó a facturar solo en servicios finales a clientes un total de 25.358 millones de euros durante 2015, según se desprende de los datos facilitados por Competencia.
Sin embargo, esta realidad no es del todo positiva; sobre todo, si se tiene en cuenta que en 2012 llegaba a facturar casi 5.000 millones de euros más -29.260 millones para ese año-. Un fenómeno que se puede explicar por el pago de los servicios integrados -a través de paquetes- que comienza a imperar en el sector-.
Los paquetes integrados triunfan entre los españoles, pero abaratan el precio de los productos. En 2015: 53,4 euros por hogar
Así, en 2015 la tarifa promedio entre los hogares de nuestro país se redujo un 4,8 por ciento, al menos para aquellos que tenían contratado el servicio completo, y finalmente se situó en los 53,4 euros al mes por familia.
En este sentido, cabe recordar que los servicios quíntuples «experimentaron un año más un crecimiento muy significativo, con 1,4 millones de nuevas contrataciones», explican desde el informe desarrollado por competencia.
Así, este tipo de servicios llegaría, ya, a 3,6 millones de hogares en España. Por su parte, los cuádruples crecieron de forma más moderada pasando de 5,8 millones de contratos a 6,1 millones; crecimiento menos acusado, aunque en claro sentido ascendente.