Bruselas avisa: más impuestos y más control en los contratos públicos

La Comisión Europea no termina de ver claro los planes del Gobierno para cumplir con el déficit de cara al año que viene. Para empezar ya avisa de que la desviación será de dos décimas (3,3% frente al 3,1%), por lo que pide al Ejecutivo que esté atento por si fuera necesario adoptar cambios urgentes para cuadrar los números. Es decir, ya plantea que se empiecen a estudiar posibles recortes para que la cosa no se desmadre. Sin embargo, lo que más preocupa a los socios comunitarios no es esa cifra, si no los escasos cambios en materia fiscal y de contratación pública que se han llevado a cabo.

Quizá por ello en su último informe sobre la economía española, la Comisión invita «a acelerar los avances» según las recomendaciones lanzadas antes del verano. Bruselas ve el sistema español como uno de los más opacos a la hora de hacer licitaciones públicas. En concreto, por el elevado nivel de adjudicaciones directas o procedimientos negociados que se registran, en lugar de acudir al anuncio oficial. De hecho, existe sobre la cabeza del Gobierno una posible sanción por no trasponer la última directiva comunitaria sobre este tema, que busca -precisamente- aumentar la transparencia.

Bruselas avala el trabajo hecho hasta el momento, pero insiste en que habrá que adoptar nuevos ajustes

De hecho, en el informe del pasado mes de julio Bruselas criticaba «el uso ilimitado» de la contratación centralizada lo que «impide ganar eficiencia que permitan el ahorro fiscal». Una sentencia que hace suya ahora, e incluso vuelve a recordar que el Ejecutivo debe adoptar controles mediante un órgano independiente que haga cumplir la Ley, evitando casos de corrupción. Según datos de la Comisión Europea, los anuncios oficiales en España alcanzan poco más del 1,8% del PIB, frente al 4,4% del PIB del conjunto de los 27. 

Pero no es el único campo en el que debemos mejorar. El documento también recuerda que España debe seguir «aumentando» la recaudación por la vía impositiva, aunque reconoce que se ha hecho una labor bastante fuerte en este sentido, así como en el de reducir con los objetivos de déficit. Sin embargo, estima que no ha sido suficiente, y confía en que los nuevos presupuestos del Gobierno contemplen nuevas medidas más concretas que permitan aclarar cómo se van a ajustar las cuentas públicas.

¿Hemos hecho el trabajo?

Eso sí, valora «positivamente» los cambios fiscales adoptados a finales de 2016, entre los que está el adelanto de la recaudación del Impuesto de Sociedades así como las modificaciones en los especiales. Una modificación que ha permitido adelantar 7.000 millones de euros, aunque la Comisión recuerda que debemos «mejorar» la lucha contra el fraude y «reducir» todos los gastos que sean superfluos.

Tendrá que tomar buena nota el Gobierno, porque la vigilancia a nuestras cuentas es máxima. Los comisarios creen que no vamos a cumplir en 2017, pero es que en 2018 tampoco vamos a tener mejores noticias. El déficit puede terminar en el 2,8% frente al 2,2% acordado con el Gobierno. Eso sí, serviría para salir del procedimiento de déficit excesivo en el que nos vemos inmersos en este momento.

De momento Luis De Guindos, el ministro de Economía, prefiere mirar al corto plazo. Resta importancia a la desviación de dos décimas, y las achaca a las previsiones «menos optimistas» de la Unión Europea si se comparan con las del Gobierno.