España es un país que muestra dos caras en cuanto al mundo de la lectura se refiere. Por un lado, crece el número de lectores habituales en nuestro país -aquellos que admiten leer al menos una vez a la semana-; sin embargo, a la vez también sube el número de aquellos que no se interesan por la lectura y la cultura -con valores cercanos al 40%-, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Por esta razón, desde la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) han presentado el último informe que analiza la situación de este área de la cultura en nuestro país, ante los cambios de tendencia tanto tecnológicos como en soportes que se han sucedido. Es el tercero ya de una serie que comenzó en 2002, a manos de José Antonio Millán, coordinador de todos estos estudios.
«Desde el informe hemos observado una gran dualidad, a la vez que crece el número de lectores frecuentes, -una vez por semana al menos- también hemos advertido que existe una gran masa de ciudadanos que lee nunca«, expresaba el autor sobre esta situación.
Por su parte, el Presidente de la FGEE, Daniel Fernández, compara el informe con el paisaje tras una batalla -en este caso el de la durísima crisis económica y social que hemos sufrido en estos últimos años-.
Este fenómeno de recesión económica se habría convertido en uno de los condicionantes para que los hábitos lectores de los españoles no hayan experimentado el fortalecimiento necesario.
«Entre el 35% y el 40% de los españoles no abre un libro en su día a día»
«Lo cierto es que el 35% de los españoles no abre un libro, según las estadísticas, que cada vez se acercan más al 40% de la población. Pero es que, entre el 43% y el 44% de la sociedad no existe interés alguno por la lectura y el mundo de la cultura. Esto, a estas alturas es un tremendo fracaso y compromete nuestro futuro«, advertía sobre esta cuestión el propio Fernández.
Y es que, en este sentido, en los últimos años se ha producido un estancamiento de la cultura en nuestro país, lo que conlleva -junto a la crisis económica- a unos datos terribles: el 25% de las librerías han cerrado, aunque se han abierto otras tantas que han salvado este sector; el 20% de los kioskos han quebrado y se ha reducido la inversión en las bibliotecas públicas.
Esto habría llevado a que si en 2012 existían 4.3000 puntos de venta en nuestro país, en 2013 se redujera la cantidad a 3.600. Mientras tanto, en el caso de los distribuidores de publicaciones periódicas la cifra es más alarmante desde 2010 hasta la actualidad ha caído de los 26.000 establecimientos a pie de calle a tan solo 2.000.
Sin embargo, en este sentido, el sector vuelve a mostrar la doble cara con la que se opera. Según las últimas estadísticas de la propia Federación de Editores, durante los últimos años el número de publicaciones no ha hecho más que crecer. «Es cierto, el número de títulos disponibles ha estado creciendo sin cesar durante los últimos años», admite Millán en este sentido.
El Plan Cultura 2020
Por su parte, el Secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, ha dado las claves, durante la presentación, del futuro Plan de Cultura 2020 para esta legislatura y que en el caso de la lectura se asentará en tres pilares fundamentales.
En primer lugar, el responsable del Gobierno para este área busca que los jóvenes reaprendan a leer como parte de la formación básica y educativa, ya que considera que desde los centros formativos se han antepuesto otros elementos a este tan básico.
Por otro lado, la misma reforma intentará incentivar la lectura como un fenómeno lúdico y de ocio para los más jóvenes.
Para finalizar y como punto primordial para que este negocio siga funcionando, Benzo ha afirmado que «se debe reaprender a leer desde la legalidad«. Es decir, que los más jóvenes interioricen un consumo de los productos culturales en un sentido moral, por lo que la lucha contra la piratería se convertiría en otro de los puntos básicos a combatir en esta legislatura.
«La lectura -y por ende la cultura- es una fuente fundamental de felicidad para una sociedad. Es decir, cuanto más se lea, más felices van a ser los ciudadanos. Es por esta razón por la que nos vemos obligados a sacar adelante este tipo de medidas, si no lo hacemos estaremos cometiendo un acto inmoral e imperdonable», admitía Benzo en este sentido.
Esta reforma se presentará la semana que viene en el Congreso de los Diputados, por lo que el representante no ha querido entrar en más detalles, al considerar que el escenario en el que se encontraba no era el lugar apropiado para presentarse. «