¿Recuperación? Los españoles dicen que no la perciben

Es impresionante. Uno tiene la sensación de que la recuperación económica ha llegado, de que poco a poco las cosas han ido mejorando. De que las empresas venden más, los bancos dan algo más de crédito, la gente tiene más puestos de trabajo, se consume… En definitiva, que la recuperación económica ya está aquí. Nos guste o no nos guste. O al menos, es lo que percibo cada vez que hablo con empresarios y autónomos. Cada vez que leo un periódico… Sin embargo, parece que esa realidad que uno percibe e intenta transmitir a través de estas líneas, no llega a ser lo que ven el resto de los españoles.

Se mire por donde se mire, los ciudadanos españoles no terminan de percibir que exista una mejora de la coyuntura económica. Basta con mirar los datos del CIS publicados esta semana, en donde el 73% de los encuestados califica la situación como regular o mala. Sin paliativos. Da igual que sean hombres o mujeres, la edad que tengan o la clase social a la que pertenezcan. No hay duda de lo que piensan.

Pero es que tampoco parece que tengan ninguna perspectiva de que las cosas vayan a mejorar. Tan sólo 23 de cada 100 creen que las cosas van a ir mejor de aquí a un año. Esto, lógicamente, hace que las perspectivas individuales tampoco sean mucho más halagüeñas. Casi la mitad creen que su situación personal es regular, especialmente para las clases medias y los obreros. ¿Los más optimistas? Se pueden imaginar que son aquellos que más ganan, es decir, las clases altas. Eso sí, ninguno de ellos confía en que haya una mejora de aquí a un año.

Muestra de esa falta de confianza en la recuperación económica la tenemos en las principales preocupaciones que tienen los encuestados por el CIS. El paro sigue siguiendo la principal para más de la mitad de los ciudadanos. Y, en contra de lo que se piensa, no son los jóvenes los más preocupados. Se trata de los mayores de 45 años donde el porcentaje supera el 60%, mientras que entre los de 18 a 24 años tan sólo es la primera preocupación para 33 de cada 10.

Además, da igual la clase social a la que pertenezcan, porque todos denotan tener inquietud por ella. A partir de ahí, encontramos otros problemas como el fraude y la corrupción (12,8%), los políticos (9,2%) y los de índole económico (7,3%). Y aquí resulta llamativo ver cómo son los polos opuestos de la escala social quienes están más preocupados: siete de cada 100 de la clase alta, y 9 de cada 100 de los obreros no cualificados.

¿A qué se debe? 

Los economistas restan importancia a esa percepción de la ciudadanía. Es el caso de Daniel Lacalle, quien recuerda que «históricamente el paro siempre ha estado entre las principales preocupaciones de los ciudadanos, incluso cuando estaba en mínimos». Este experto entiende que «los datos y las preocupaciones no tienen por qué estar correlacionados, de hecho, es normal que la gente se agobie por lo que le rodea», sentencia.

Sin embargo, esas falsas percepciones sí que preocupan más al analista político Fran Carrillo, porque «demuestran que existe falta de confianza en la clase política». «Esto se produce porque la política (ni la del partido en el gobierno ni la de ningún partido) está orientada a satisfacer la demanda de los votantes, lo que genera desconfianza», explica a Merca2.

Una falta de confianza que se demuestra también en la encuesta (como ya hemos mencionado) y que no se vence ni con el cambio de comunicación que ha hecho el Gobierno. Para Carrillo «los datos son lo de menos, lo importante es lo que se interpreta, y el que sepa canalizarlo podrá aprovecharlo en una campaña electoral», sentencia. Y eso que reconoce que «el PP ha suavizado mucho su comunicación, desconectada durante años de la sensibilidad social», relata.