Año nuevo, vida nueva; siempre ocurre igual. Y es que, con la llegada del uno de enero, todos nos llenamos de buenas intenciones y propósitos que hagan de los 365 días venideros como aquellos en los que se vieron cumplidos nuestros sueños.
Y en este carrusel de deseos en el que nos encontramos inmersos, -unidos al inicio de año- una de las promesas que más se repiten es la de empezar a cuidar nuestra salud. Una de las mejores maneras de es empezar a hacer deporte y muchos eligen un mismo camino: apuntarse al gimnasio, aunque son pocos los que duran
«Tan rápido como los gimnasios se llenan en enero de nuevos clientes, son pocos los que se mantienen durante los meses posteriores. El motivo es que estos se cansan rápidamente bien porque la actividad que han elegido les parece demasiado dura o bien porque no ven resultados de forma inmediata», explican desde el portal web de la Asociación Madrileña de Instalaciones Deportivas (ASOMED).
Un punto en el que está de acuerdo, aunque también discrepa en ciertos matices, el presidente de la Federación de Empresarios de la Comunidad Valenciana (FEIDCV), Juan Carlos Gómez-Pantoja. De hecho, asegura que la afluencia de nuevos clientes no es tan masiva como se piensa a nivel general.
«Existe un repunte en usuarios totales de entre el 10% y el 15% a principios de año»
Hay gente a la que le falta la motivación de realizar actividad física de manera continua y es por eso por lo que existe este repunte de entre el 10% y el 15% en estas fechas de inicio del año o en primavera o después de verano«, asegura.
Desde luego, al tratarse usuarios con escasa capacidad de motivación, deben seleccionar con cuidado el tipo de centro deportivo al que piensan acudir. Y es que, si la elección no es la acertada, lo más probable es que la aventura de ponerse en forma se quede en nada o se transforme -lo que es peor- en frustración.
«Cada gimnasio tiene su propia estrategia a la hora de fidelizar a sus clientes. Unos lo hacen bien, otros regular y el resto terriblemente mal -explica el directivo-. Hay que ser honesto con el cliente», finaliza.
Y en esta fidelidad y honestidad, que siempre han de ser la bandera bajo la que se rija el comportamiento de los empleados de estas instalaciones, existen tres fases por la que todo aquel aspirante a conseguir un cuerpo de modelo debe pasar.
Los tres primeros meses son primordiales para conseguir fidelizar a los clientes.
La primera, en la que suelen caer todos los usuarios nuevos de enero, se produce durante los tres primeros meses. Una vez se pasa esta época en la que debe crearse un hábito en el cliente se pasa a la segunda -del tercer mes al sexto- en la que el mismo pasará a divertirse al acudir al centro.
Sí todo va bien, se abre una nueva etapa -ya permanente-. En esta, los atletas amateurs comenzarán a sociabilizar a la hora de acudir a su centro deportivo, por lo que empezarán a conocer gente que esté interesada -al menos una parte de su vida- en las mismas cosas que estos consumidores.
«En los gimnasios low costs -que están ahora de moda- se juega con la masificación de las salas, ya que para ser rentables suelen necesitar más de 5000 afiliados. Sin embargo, pierden en la parte de la atención personalizada, ya que no cuentan con todo el personal necesario«, explica el valenciano.
En cualquier caso, deben tenerse en cuenta los consejos profesionales, y es que no vamos a perder los kilos que hemos cogido de más en Navidad -y a lo largo del año- en tan solo unas semanas en el gimnasio, los resultados no comienzan a verse hasta el tercer mes y acudiendo a la cita al menos tres veces por semana.
Quintos de Europa
Por otro lado, España se ha convertido ya en una de las principales potencias en cuanto a penetración de este negocio en la sociedad. Así, en 2014 ocupaba la quinta posición a nivel europeo, solo por detrás de Reino Unido, Alemania, Italia y Francia en ingresos totales en millones de euros del sector, según el último Informe Anual del Mercado del Fitness en España, impulsado por el proyecto España se Mueve (ESM).
«Este crecimiento se ha debido, fundamentalmente, a que las grandes cadenas europeas decidieron venir a España, ya que vieron que existía un fuerte nicho de mercado», asegura en este sentido Gómez-Pantoja.
Este fenómeno, junto al fortalecimiento de las grandes cadenas nacionales, ha conducido a un imparable cambio de paradigma en este sector. Además, en muy poco tiempo lo que ha llevado a terminar con todos aquellos gimnasios de barrio que poblaban nuestro país hace una década.
«Va a volver el gimnasio de proximidad, ya estamos viendo la importancia de este segmento de negocio en otros sectores como el de la alimentación», asegura el presidente de la asociación valenciana, que a su vez finaliza asegurando que «si se hacen las cosas bien, este tipo de centros tienen todo el futuro del mundo».