Florentino y sus extrañas relaciones con la prensa como presidente del Madrid

En los doce años que Florentino Pérez llevaba presidiendo el Real Madrid, en dos etapas, el mandatario blanco nunca había cerrado un año más plácido desde un punto de vista mediático que 2016. A ello han ayudado los triunfos blancos, en especial la úndécima Copa de Europa del cuadro merengue.

Pero el mandamás de ACS ha enterrado cualquier tipo de disidencia, interna o externa, en el sector mediático. Unos dicen que la influencia del empresario, en términos económicos, judiciales y políticos, conllevan la paz blanca actual. Y otros, sus fieles, dicen que su impecable labor en el terreno administrativo y deportivo le complican mucho la vida a sus críticos. 

En 2016 el Real Madrid arrancó sus emisiones a nivel nacional de su televisión en abierto

En 2016 el Real Madrid arrancó las emisiones a nivel nacional de su televisión en abierto, que ha empezado su nueva etapa con unas audiencias desastrosas, con unas pérdidas alarmantes y con unas críticas por su sectarismo y por los modos de su director, Antonio Galeano, que obligaron a Florentino a tirar balones fuera ante sus socios compromisarios: «¿Real Madrid TV? Eso lo lleva una productora».

El presidente lanzaba las críticas existentes hasta Royal Media, filial de la compañía Mediapro que dirige un conocido culé, Jaume Roures. Aun así el canal merengue ayuda a mejorar la imagen del club y de su presidente, al que le atribuyen amistades mediáticas tan dispares aparentemente como Antonio García Ferreras, Eduardo Inda, Federico Jiménez Losantos o Josep Pedrerol.

Florentino ha visto como sus críticos sufrían sospechosos volantazos profesionales

Pero fuera de Real Madrid TV las cosas tampoco le han salido demasiado mal a Pérez, que ha visto como varios de sus críticos más conocidos sufrían cambios profesionales de magnitud: es el caso de Manolo Lama, despedido de Mediaset un mes antes de que una filial del grupo firmase un suculento contrato con la televisión merengue, el de Óscar Campillo y Santiago Segurola, que dejaron Marca mientras Juan Ignacio Gallardo accedía a la dirección con el columnista Juanma Rodríguez bajo el brazo.

Así se olvidó la supuesta hernia de Bale, por la cual Pérez cargó en público contra el periódico deportivo más emblemático, que vio tras el ascenso de Gallardo cómo el propio Presidente acudía a sus instalaciones para dejarse entrevistar con la undécima bajo el brazo pocos meses antes de recuperar las promociones de productos oficiales del club, importante fuente de ingresos de los deportivos que no disfruta su máximo competidor: AS.

En 2015 Pérez le ganó sendos juicios a Alfredo Relaño y José María García

También Florentino ha visto como críticos como Alfredo Relaño o José María García menguaban sus dardos, quizás porque en 2015 ambos fueron condenados en juicio contra el dirigente: el primero por publicar una entrevista a Gay de Liébana, que lanzó una teoría quizás conspirativa sobre un paralelismo entre los fichajes blancos y grandes obras de ACS. Y el segundo, por tildar a Pérez como «el mayor corrupto del mundo del deporte». También la justicia ha dado la razón en 2016 al club que preside, que ha visto con satisfacción como un juez prohibía seguir publicando a El Mundo informaciones sobre la posible evasión de impuestos de Cristiano Ronaldo. ¿Tiene Florentino la suerte de Zidane con Ramos o tira de influencias para conseguir lo que quiere? Nadie sabe nada.