Los cuatro fantasmas del pasado que hundieron a Miguel Ángel Muñoz

El actor Miguel Ángel Muñoz ha logrado desprenderse de la incómoda etiqueta chulesca para convertirse, según la prensa rosa, en el yerno perfecto tras su triunfo en MasterChef Celebrities. En el concurso gastronómico ha demostrado entrega, compañerismo, buen humor y mucho trabajo, recetas que lo alejan de aquel «Tito Rober» que le dio fama en Un paso adelante.

No ha sido fácil para él pasar un bache profesional al que ayudó indudablemente los problemas de reputación de su madre, Cristina Blanco. Ella ejerció de tutora de la carrera de aquel niño prodigio que aparecía por los platós, pero poco se sabe ya de la vidente desde que fuera condenada a dieciséis meses de cárcel por estafa y robo de móviles y tarjetas de crédito en un hotel malagueño, hecho que ayudó a que fuera internada en la Clínica López Ibor al serle diagnosticado un trastorno bipolar.

la carrera de MAM se vio salpicada por los siniestros juegos de su madre con la prensa rosa, aquellos que la relacionaban en el colorín aun siendo menor con Belén Esteban

Cristina se encuentra recluida desde 2007 en una finca de Paracuellos, alejada de los focos que tan poco ayudaron durante algunos años a su hijo. Porque la carrera de MAM se vio salpicada por los siniestros juegos de su madre con la prensa rosa, aquellos que la relacionaban en el colorín aun siendo menor con Belén Esteban, que hace algunas semanas tuvo que desmentir affaire con el actor: «Yo nunca he ido a Cancún. Las fotos que publican son de hace 15 años en Marbella y en Chamartín. Me entero ayer de esto y me quedo muerta. Yo con quien he tenido mucha relación es con la madre, con quien habré tenido mi guerra, pero con este chico no he tenido nada y quiero desmentirlo. Lo que sale no es verdad».

Superado el primer fantasma, el de su madre, quedan otros tres por superar para el ex de las actrices Mónica Cruz y Manuela Vellés. El primero, también superado, fue el citado de Un paso adelante. Su papel en la serie juvenil de Antena 3 le arrastró durante años una fama que seguramente no merecía. Y de hecho tras el final de UPA y las tres temporadas de El Síndrome de Ulises, Muñoz tuvo que hacer malabares con su carrera entre 2008 y 2014, hasta que de nuevo la misma cadena le rescató, primero en Sin identidad y actualmente en Amar es para siempre. Entre medias estrenó la comedia Vida loca en Telecinco, patinazo que acabó con un enganchón con el actor Eduardo Casanova, famoso por Aída, que demostraría su falta de delicadeza: «Tres minutos después de ver Vida Loca, ya puedo decir (con mucho respeto) ¡fracaso!». MAM no se quedaría callado vía Twitter: «¿Con mucho respeto? Lo que te queda por aprender sobre el respeto a los compañeros…¿Este chico quién se cree? no se puede manifestar una crítica del trabajo de los compañeros dedicando tres minutos a su valoración. Sobre todo cuando no eres Bardem».

Sus otros dos fantasmas tienen que ver con sus cuentas en el Registro Mercantil y en el Registro de la Propiedad.

Sus otros dos fantasmas tienen que ver con sus cuentas en el Registro Mercantil y en el Registro de la Propiedad, por los que algunos medios quisieron insinuar que algo fallaba en las cuentas del actor. Y es que Muñoz es propietario de Producciones Éboli, que no presenta las cuentas desde el año 2000, y Mamgia Cuatro SL, que no lo hace desde que en 2011 presentó más de 90.000 euros de pérdidas. También ha resultado extraño, según varios medios, que Muñoz ni siquiera tenga una casa en su propiedad, apareciendo como empadronado primero en el chalet familiar y posteriormente en el piso de su ex pareja Manuela Vellés.