¿Se creía en la Edad Media que la tierra era plana?

No pocas películas y libros nos han presentado una sociedad medieval en la que estaba firmemente arraigada la creencia, entre los hombres más ilustrados, en una tierra plana.

Incluso se ha repetido que la principal resistencia que Cristóbal Colón debió vencer a la hora de llevar a cabo su viaje estaba relacionada con el dogma de la tierra plana. Sin embargo, esta opinión es, en realidad, un mito que no se sostiene.

El hecho de la esfericidad de la tierra se conoce ya no desde la Edad Media, sino desde mucho antes.

Es cierto que los antiguos babilonios parecían decantarse por una tierra plana flotando sobre un medio acuoso. De forma similar, los egipcios creyeron que el mundo era como una especie de tablero rectangular con el cielo como semibóveda. Por debajo del tablero terrestre, corría un gran río u océano.

Es cierto también que en algunas partes de Asia hubo quien, medio en broma, medio en serio, defendió la realidad de una tierra plana sostenida por cuatro elefantes que, a su vez, descansaban sobre una gran tortuga.

Ahora bien, cuesta creer que incluso egipcios y asirios creyesen perpetuamente que la tierra tenía forma plana. En todo caso, lo que sí está fuera de toda duda es que, para los griegos del período clásico, la idea de una tierra plana era tan absurda como para nosotros.

El hecho de la esfericidad de la tierra se conoce ya no desde la Edad Media, sino desde mucho antes

La esfericidad de la tierra era una evidencia. Una evidencia que quedaba de manifiesto una y otra vez a lo largo del día. Así, cuando llegaban los barcos a puerto, lo primero que se veía (y se ve) era las velas. Luego iba apareciendo el resto. ¿Y acaso no sabía la gente que si subía a una montaña próxima a la costa podía distinguir antes la llegada del barco? Pero tales hechos solo se explican si la tierra tiene formas curvas.

Después estaban los eclipses. Los griegos, y antes que ellos otras muchas culturas, conocían bien la razón de los eclipses. En el eclipse de luna, es la tierra la que se mete en medio del sol y de la luna. En el eclipse de sol, es la luna la que tapa al sol.

Es cierto que algunos (no todos) creían que el sol era el que giraba alrededor de la tierra. Pero eso es, en este caso, un detalle menor. La explicación del eclipse es la misma: un cuerpo metiéndose en medio de la trayectoria de otro cuerpo. Y eso lo sabían perfectamente hace 2.500 años en las riberas del mediterráneo.

Pero resulta que, en cada eclipse de luna, al proyectarse la sombra de la tierra sobre el satélite, se constata la forma esférica de nuestro planeta.

En definitiva, la tierra es redonda y eso era ya una verdad compartida por todas las personas hace muchos siglos. O, al menos, por todas las personas instruidas. Algunas de las cuales incluso se atrevieron a calcular el diámetro terrestre. Y no se quedaron tan lejos de adivinar la cifra correcta.

Ahora bien, el mito de la tierra plana quiere hacernos creer que dicha “verdad” se perdió con el final de lo que los manuales de historia llaman la Antigüedad y el advenimiento de la Edad Media. Pero eso es, insistimos, un mito que no sostiene.

Es cierto que no pocos conocimientos de la Grecia clásica se perdieron. Pero si hubo uno que no se perdió fue, precisamente, el de la esfericidad de la tierra.