La empresa murciana que supuestamente iba a revolucionar el mundo de las baterías gracias al grafeno está en una situación dramática. Las cuentas de 2015 ya han salido a la luz y demuestran un desplome de la facturación y notables pérdidas de explotación, que sólo se compensan con la entrada del capital chino. Por otra parte, se ha dictado auto de procesamiento contra importantes directivos de la compañía por estafa, apropiación indebida y/o administración desleal.
El auto del 24 de noviembre de la magistrada Carmen Rodríguez-Medel Nieto señala lo siguiente: «Se acuerda la continuación de las presentes diligencias previas por los trámites del procedimiento abreviado por si los hechos investigados en relación con don Álvaro Zarza García, don Ignacio Ramos Covarrubias y don Mario Celdrán Romero y a la mercantil Westfield Comunicación pueden ser constitutivos de delito de estafa, apropiación indebida y/o administración desleal.
Recordemos al lector que Mario Celdrán es el director general de la compañía y su consejero delegado, Álvaro Zarza es consejero y secretario del consejo e Ignacio Ramos Covarrubias es notario y, aparentemente, terminó siendo socio de Graphenano a través de la sociedad Extremeña de Peles S.L., de la que es administrador único, sin aportar ni un euro. En los hechos del texto de la demanda presentada contra los ya mencionados aparecía también mencionada la sociedad Auriga Global Investors cuyo presidente, Iñigo Resusta Covarrubias, es también consejero delegado y vicepresidente de Graphenano, además de primo del notario implicado.
La querella denunciaba una serie de actos presuntamente delictivos cometidos por los imputados para dejar fuera de la sociedad a antiguos socios de la empresa y, presuntamente, quedarse con el dinero obtenido con la llegada del grupo chino Zhejiang Chint Electrics, que entró en el capital de Grabat Energy, filial de Graphenano, con una participación del 10% y una inversión de 18 millones de euros.
Desplome en las cuentas
La importancia de esa inversión es capital en las cuentas de la sociedad Graphenano SL, cuyas cuentas de 2015 demuestran que hundió su facturación hasta 240.000 euros desde los más de 700.000 euros presentados en el ejercicio 2014.
Esto supuso entrar en pérdidas y hundir el resultado de explotación hasta un saldo negativo de 570.000 euros.
Al final, la entrada de los 3 millones de euros en la sociedad por la venta de Grabat a Chint evita que la compañía se hunda y le permite mantener un saldo neto positivo de casi 2 millones de euros, pero basados en una transacción financiera y no en resultados operativos.
Recordemos que la empresa murciana de los hermanos Martínez Rovira hablaba de abrir una planta en Yecla, invertir 350 millones de euros, facturar 3.000 millones y dar empleo a más de 5.000 personas. Todo ello, fabricando supuestas baterías mágicas cuya existencia misma no está probada por más anuncios ante presa realice la empresa.
Más concretamente, sus previsiones de facturación llegaron a ser de 50 millones de euros en 2014. El pobre resultado de 2015 demuestra que las cosas, lejos de ir resolviéndose, van empeorando.