Trump en encrucijada de elegir qué cara mostrar. La de Dr. Jekyll o la de Mr. Hyde

La construcción de un muro en la frontera mexicana, prohibir la entrada ciudadanos musulmanes al país, negar el cambio climático o romper los tratados comerciales a los que Estados Unidos se encuentra -todavía- suscrito, son algunas de las ideas que Donald Trump puso sobre la mesa durante la campaña electoral en Estados Unidos.

Muchas de estas, entre las que se encuentra la defensa de algún que otro método de tortura, hicieron saltar todas las alarmas de muchos estadounideses, que vieron en el empresario una especie de demonio. Una figura salida del mismo infierno, y que se presentaba a las elecciones para subyugarlos bajo su poder presidencial en el país más influyente del mundo.

Aunque, también es cierto que la realidad siempre tiene dos caras y para otros surgió como una auténtica esperanza, un candidato alejado de las élites políticas y que prometía recuperar la grandeza industrial de Estados Unidos. Después de unas semanas como presidente ¿Qué Trump es el que se están encontrando los ciudadanos de la nación de las barras y las estrellas?

MHR10. WASHINGTON, D.C. (EEUU), 20/07/12.- Vista de la bandera estadounidense puesta a media asta en la Casa Blanca hoy, viernes 20 de julio de 2012, en Washington D.C. (EEUU). El presidente Barack Obama interrumpió un viaje de dos días de su gira de campaña en la Florida tras el tiroteo en un cine de Denver, en el estado de Colorado, en el que han muerto 12 personas y otras 59 han resultado heridas. El presidente declaró, además, cinco días de luto por el tiroteo. EFE/MICHAEL REYNOLDS

Tas sus primeras apariciones mediáticas después del nueve de noviembre se ha visto un perfil totalmente distante al más incendiario al que nos tenía acostumbrados. Al contrario, Trump ha mostrado al mundo su cara más calmada, la de un presidente -todavía electo- que pide la unión de todas las partes para volver a hacer grande otra vez (como dice su eslogan) a América.

«Empezó a moderar su discurso desde el 28 de octubre, este es el punto de inicio. Aunque ha vuelto a Twitter, donde, por ejemplo atacó a una obra de teatro de Hamilton, algo que no es propio en un presidente de los Estados Unidos«, admite Alana Maceroni, profesora experta en política norteamericana en la Universidad Europea de Madrid.

También ha hecho uso de esta red social para informar a sus ciudadanos de sus últimos movimientos en defensa del país. Así el Día de Acción de Gracias, festivo en Estados Unidos, anunciaba que seguía trabajando para que una compañía no trasladara sus fabricas a Indiana.

 

Para esta experta, el neoyorquino ni siquiera se esperaba ganar las elecciones: «Fue al primero al que le sorprendieron los resultados». Llegar a las más altas cotas del poder le ha llevado a un control más cercano de sus asesores, cada vez más atentos de todos sus pasos. Esto también ha podido influir en que se haya dado cuenta de que parte de sus ideas no se pueden cumplir.

«Su discurso en un mismo tema se cae por mil lados. No parece que tenga una ideología concreta«, admite en este sentido la experta en política, para continuar admitiendo que «es muy difícil saber hacia donde irá dirigida su política. Lo que está claro es que ha hecho daño a nuestras instituciones», concluye.

«Los medios también van normalizando la situación en torno a la figura de Donald Trump»

De todas formas, el vencedor de las pasadas elecciones –que ha logrado un récord histórico en cantidad de votos para el partido republicano– se encuentra en una encrucijada complicada. 

Por un lado, a su alrededor está creando un equipo en el que se mezclan representantes del establishment del partido republicano, radicales y multimillonarios. 

Por el otro, muchos de sus detractores se resguardan bajo su propio techo. Parte de su propio partido no están de acuerdo con las medidas de su propio candidato.

» Su proyecto para crear infraestructuras enormes cumpliría con sus promesas electorales. Es cierto que crearía puestos de trabajo, aunque es una solución temporal. En cualquier caso, el establishment republicano está en contra de unas partida con gastos tan altos», advierte Moceri.

Trump puede tener problemas a lo largo de su legislatura con miembros de su propio partido

Pero no solamente ha sido Trump el que ha relajado su tono durante el último mes. La profesora de la universidad madrileña ha advertido que «los propios medios también han cambiado su discurso desde el nueve de noviembre». De hecho, advierte que están normalizando una situación, lo cual también puede ser peligroso.

La entrevista más reciente que ha dado el todavía presidente electo de Estados Unidos ha sido en uno de los medios que más agresivo ha sido en su contra, el diario de su ciudad, el New York Times. Otra muestra más del carácter conciliador sobre el que ahora se arropa Trump -no sin surgir la polémica antes-.

En otro encuentro anterior, el empresario reculó -aunque no del todo- en ciertas cuestiones. Donde dijo muro, ahora le puede valer valla; no se llegó a referir directamente a la prohibición de que ciudadanos musulmanes entren en el país americano y fijó los filtros de los inmigrantes ilegales que serían expulsados: solo aquellos que cuentan con antecedentes penales (dos o tres millones).

h-y-d«Aunque haya matizado su discurso, hay que ver como sería capaz de gestionar este proceso. Echar a tanta gente del país es un acto bastante violento», considera la experta en este sentido.

Desde luego, una parte esencial de su discurso en la que el empresario no parece que vaya a dar marcha atrás -atendiendo a sus declaraciones- es aquella relacionada con los tratados comerciales a los que se suscribe Estados Unidos.  Una de las primeras medidas que tomará, según ha anunciado, sería la de retirarse del tratado comercial del Pacífico.

«Estados Unidos negocia muy bien sus acuerdos comerciales, siempre sale ganando. Retirarse de ellos no sería bueno para la economía»

«Sería muy malo para la economía norteamericana salir de estos acuerdos. Estados Unidos suele negociar muy bien estos temas y muchos productos de nuestro país pueden entrar en otras naciones gracias a ello«, espeta Moceri, que considera este punto como «la gran mentira a la masa de votantes del candidato republicano».

Por lo tanto, y a pesar de que la creencia popular suele pensar lo contrario, retirarse del TPP no repercutiría directamente y de manera positiva en el empleo en Estados Unidos. «Los nacionalistas hablan de los globalistas como el demonio, pero esto es porque no saben nada sobre estos tratados», concluye la profesora universitaria.