En el verano de 2013, en medio del debate provocado por el descenso de la demanda de PC’s, los medios de comunicación surcoreanos alimentaron rumores acerca de un abandono de este mercado por parte del gigante tecnológico nacional: Samsung. La compañía se vio obligada a salir al paso de los mismos tachándolos de ‘infundados’ y a dejar claro que la compañía iba a seguir «abierta a todas las posibilidades del negocio del ordenador personal». El interés de la multinacional estaba centrado ya en los dispositivos móviles, pero cortar amarras con los PC’s parecía entonces un salto al vacío comercial.
Tan sólo un año más tarde la compañía reconocía la necesidad de seguir los pasos de la japonesa Sony y replegar velas en Europa, dejando de vender portátiles en nuestro continente. Celestino García, vicepresidente de Samsung Iberia, aseveraba entonces que la decisión no era definitiva, sino parte de un ‘proceso de reflexión’ que les permitiría analizar mejor la evolución de las demandas de los usuarios.
«Dada la estrecha relación comercial entre PC e impresoras, parece bastante obvio que Samsung iba a retirarse también del mercado del PC»
A finales de 2015, Samsung parecía haber finalizado su proceso de reflexión con la desición de reimpulsar su apuesta por los PC’s, pese a que las ventas en ese segmento habían seguido bajando y a que su apuesta por los Chromebook no había resultado todo lo rentable que esperaban. Varios medios señalaron entonces que el objetivo de la compañía era el de reorganizar su división de PC’s (que había ido dividiendo entre varios departamentos) para así lanzar un nuevo modelo en algún momento del segundo semestre de 2016.
Samsung se desharía de un lastre y Lenovo se consolidaría como líder del mercado del PC
Sin embargo, esos planes no se fueron materializando en los meses siguientes. Y ahora podríamos estar ante un nuevo (y definitivo) cambio de opinión de Samsung: medios de Corea del Sur hablan ya de unas conversaciones avanzadas que habrían estado teniendo lugar durante meses entre la compañía surcoreana y la china Lenovo para que ésta última adquiera su división de PC’s. En la negociación, la firma internacional de abogados Paul Hastings habría estado representando a Samsung, con Freshfields Bruckhaus Deringer como representante de Lenovo. Encima de la mesa, un precio: más de 850 millones de dólares.
Pero, ¿qué ha pasado para que Samsung haya decidido descartar sus planes de reactivación de la división y preferido deshacerse de ella? En septiembre ya cerró un acuerdo con HP para venderle el negocio de impresoras a los estadounidenses por 1.050 millones de dólares. Entonces justificó este movimiento alegando que estaban decididos a «concentrarse en áreas de negocio clave» (es decir, los dispositivos móviles). Un antiguo ejecutivo de Samsung citado por The Investor explica que, dada «la estrecha relación comercial entre PC e impresoras, parece bastante obvio que Samsung iba a retirarse también del mercado del PC».
Lo cierto es que Samsung ha ido perdiendo terreno progresivamente en el mercado del PC, y en ello ha pesado su indecisión a la hora de apostar fuerte por el mismo, habiendo preferido centrar sus esfuerzos en lo móvil desde hace años. Lenovo, por el contrario, ha sabido no sólo compatibilizar ambos campos sino superar a los grandes del sector del PC, como HP y Dell. El acuerdo de venta, por tanto, parece lógico si bien aún está lejos de haberse cerrado.
Vía | The Investor