La intervención de la filial colombiana de Gas Natural podría prolongarse hasta dos años

Era cuestión de tiempo que ocurriera, aunque ha sido antes de lo que Gas Natural esperaba. Su filial colombiana, Electrificadora del Caribe (Electricaribe) queda en manos del Gobierno de Colombia después de que se haya ordenado «la toma de posesión de los bienes, haberes y negocios» de la compañía.

Para el Ejecutivo colombiano la distribuidora «padece una situación financiera que puede llevarla una suspensión de pagos (…) y no está en situación de prestar el servicio con la continuidad y la calidad debidas». Así que el Gobierno se hace cargo en lo que técnicamente se denomina una intervención de «Administración Temporal», que no supone la pérdida de la propiedad pero sí de la gestión. De hecho, se ha apartado de todos los miembros de la Junta Directiva, con José García Sanleandro -su máximo responsable- a la cabeza. Una decisión que ha respaldado el propio presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en Twitter.

Se abre ahora un período de incertidumbre, ya que fuentes consultadas por Merca2.es señalan que el proceso iniciado hoy es de dos meses. Sin embargo, la legislación colombiana prevé que en estos casos este período pueda llegar a los dos años.

Gas Natural reconoce que la situación económica de la distribuidora es delicada y «padece fuertes tensiones de tesorería». De hecho, se muestran dispuestos a «colaborar y cooperar con las autoridades». Algo que asumen tendrá que ocurrir sí o sí, aunque reconocen que en este momento cualquier tipo de conversación o negociación con el Gobierno de Colombia está rota.

Las cuentas del Ejecutivo colombiano prevén que Electricaribe entre en números rojos este mismo mes. Una cantidad que supondría el 55% de los ingresos de la empresa; y que llegarían a superar el 100% del dinero ingresado en el mes de diciembre.

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Flujo de Caja de Electricable, según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (en pesos)

Una situación que Gas Natural achaca al «impago de un elevado número de facturas de clientes, en gran parte con suministro obligatorio, por valor de 1.260 millones de euros al cierre del tercer trimestre -de los que tiene provisionados el 83%-«. Algo que ha hecho que no pueda hacer frente al pago de sus proveedores, entre los que se encuentra la propia República de Colombia, que es máxima accionista de las principales empresas de generación eléctrica.

Con la llegada de la intervención, por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, Electricaribe recibe un soplo de aire fresco pues se paralizan todos los procesos de reclamación que hubiera abiertos antes de su llegada y suspende los pagos. De este modo evita quedar desabastecida y se impide que queden sin suministro las zonas de influencia de la distribuidora que, por cierto, son algunas de las más deprimidas de Colombia.

En este tiempo, además, los nuevos administradores tienen el mandato para «liderar y coordinar las soluciones empresariales e institucionales sostenibles en el tiempo que garanticen la prestación del servicio; incluso con la reestructuración financiera, administrativa, vinculación a nuevos operadores o gestores, etc.».

La administración tiene potestad para reestructurar la empresa por completo. Puede llegar a durar dos años, antes de ordenar la liquidación de la empresa

¿Cuál puede ser el futuro? Resulta complejo saberlo, pues la legislación colombiana habla de que el siguiente paso podría llegar a ser la «liquidación de la empresa». No se espera que la sangre pueda llegar al río, aunque algunas fuentes empiezan a dar por descontado que la compañía catalana tiene que asumir que puede quedarse sin su filial. Así que, incluso, ya hay quien habla de que -más tarde o más temprano- tendrá que sentarse a negociar por cuánto se vende la compañía, y qué parte de la operación le corresponde como compensación para minorar las pérdidas en las que pueda incurrir.

Algo que, por ahora, la compañía que preside Isidre Fainé no se plantea. En el comunicado a la CNMV asegura que «mantiene la consolidación» de Electricaribe y que espera que este proceso «no tenga impacto sobre la operativa habitual de la sociedad ni sobre el resultado neto de la propia Gas Natural ni a la actual política de dividendos».

Esta intervención de Electricaribe se produce después de intensas negociaciones mantenidas durante el pasado fin de semana. Encuentro en el que no hubo ningún acuerdo, y que se producía tras muchas semanas de conversaciones después de que Gas Natural llevara al CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) el problema.