Las pensiones, ¿el nuevo negocio de los bancos?

Cuando la pensión media es de 906,37 euros y se espera que en los próximos años pueda bajar. Cuando la banca tiene una rentabilidad media del 7,56% -y bajando- por los tipos de interés y los requerimientos de capital. Cuando la hucha de las pensiones cuenta con 24.000 millones de euros, y eso supone tener remanente para tres meses… Se da el cóctel perfecto para que los planes de pensiones privados se lancen al ataque del bolsillo privado.

Cada vez son más las aseguradoras y los bancos que apuestan por convencer a sus clientes de la importancia de pensar en el futuro. Tratan de atraer a ese mundo a nuevos partícipes, ya que hasta ahora nos encontramos ante un mercado muy limitado: una inversión global de 67.160 millones de euros, y nada más que 7,8 millones de partícipes, según datos de la patronal Inverco. Así que el reto no es pequeño, pero -a priori- la capacidad de crecer parece muy elevada.

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Sin embargo, puede que ese «deseo» de banca y aseguradoras no pueda llevarse a cabo. O al menos, que no sea tan rentable como ellos desean. Para el economista Daniel Lacalle “los planes de pensiones no son rentables para el sector financiero. A lo mejor lo consiguen por la vía de las comisiones. Pero a largo plazo no baten ni los índices de inflación», sentencia.

Al fondo de reserva de las pensiones le queda dinero para pagar tres meses más

Algo de razón tiene. Ahora mismo, si miramos -por ejemplo- la rentabilidad a corto plazo en renta variable fija es -a 26 años- del 4,03% y a un año del 0,14%. Si nos fijamos en un garantizado: el plazo máximo 20 años del 5,46% y a un año del 5,50%. Y si nos vamos a la renta variable mixta, a 26 años podríamos tener un 5,06%.

Rentabilidades que pueden resultar más o menos atractivas, pero que demuestran lo que muchos ya saben. A mayor riesgo, mejor rentabilidad. Precisamente por eso Lacalle reclama que el ciudadano sea más activo. Por ejemplo, señala, «el cliente medio es conservador, pero a la vez quiere una rentabilidad mínima del 4%. Tienen que conocer su tolerancia a la volatilidad”.

Pero también mira al sector financiero. Cree que hay mucho trabajo por hacer en España. A su juicio, «deben realizar una gestión activa y apostar por gestores independientes. Los clientes deben saber  la estrategia que siguen. Esto ocurre en todo el mundo, pero aquí no conoces ni la estrategia ni el equipo que va a gestionarlo», sentencia.

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Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Socia tendrá, si repite como titular del departamento, un gran reto en las pensiones.

Eso sí, está convencido de que en los próximos años prácticamente toda la población tendrá que apostar por planes de pensiones privados. En primer lugar, porque el fondo de reserva de la Seguridad Social cada vez tiene menos dinero. Segundo, porque la población jubilada va en aumento y, por tanto, hay cada vez más gente dependiente del sistema. Y en tercer lugar, porque tras la rebaja salarial vivida durante la crisis, las pensiones del futuro serán más bajas todavía.

“La transición debería ir hacia un modelo de capitalización. El sistema de pensiones de reparto tiene fallos”, admite Lacalle en este sentido. “En el futuro se debe pasar hacia un sistema mixto de capitalización y reparto, que se adecúe a la esperanza de vida y al crecimiento vegetativo de la población”, puntualiza.