Que la banca tiene problemas de rentabilidad es algo que no escapa a nadie. De ahí el interés de las entidades en cobrar comisiones a sus clientes y no clientes por absolutamente todo. Sin embargo, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, no es partidario de este modelo. A su juicio es contraproducente para un sector que «debe hacer un gran esfuerzo para cambiar la percepción que tiene la sociedad de él».
Por eso mismo el ‘bankero’ cree que no se pueden“cargar comisiones que el cliente no puede percibir cuál es el servicio”. Por ejemplo, una transferencia o un ingreso. Por eso Bankia no cobra a quienes domicilian la nómina o tienen relación con el banco a través de algún producto. Lo que pretende, al igual que otras entidades como Santander que ya han comenzado una estrategia similar con la cuenta 1-2-3, es vincular al cliente. A mayor compromiso, más productos se pueden vender. Y ahí donde está el futuro. «Comisiones donde el banco dé un valor añadido», explica Goirigolzarri, como un seguro o una hipoteca. Para muestra un botón. Si antes del rescate los empleados de Bankia vendían 18 productos al mes, ahora son 38.
Una dura tarea en la que puede que muy pronto tengan que afanarse también los empleados de BMN. Goirigolzarri reconoce que su accionista, léase el FROB, está interesado en una fusión entre ambos bancos. Una operación, dice, que «tiene sentido industrial, pero que por ahora no ha empezado a analizarse financieramente«. Vamos, que saldrá adelante, si sale, allá por mediados de 2017. Veremos si se lleva a cabo, porque los sindicatos ya temen que pueda haber consecuencias para las plantillas. Se habla de cerca de 2.000 trabajadores que podrían perder su empleo. Cerca del 11% de los empleados de ambas entidades.
De momento es todo una incógnita, pues se habla de que el FROB sondea a otros bancos para intentar ‘encajar’ BMN. No será sencillo. Primero, porque Bruselas debe dar el visto bueno ya que la entidad cuenta con 8.000 millones de euros públicos entre ayudas y garantías. Y además, porque el tiempo corre en contra del Estado. No olvidemos que la Ley marca finales de 2017 como fecha tope para la permanencia pública en los bancos. Aunque tal y como está el patio político no sería extraño que pronto podamos ver algún cambio normativo que oxigene un poco al Gobierno. La excusa será, y si no al tiempo, que no es buen momento y que así se maximizará el beneficio para el ciudadano.
Sí, sí. Beneficio para el ciudadano, porque el propio presidente de Bankia se ha ocupado de recordar a los empresarios que han asistido al desayuno organizado por CEOE y CEPYME que «todos somos accionistas de Bankia».