YouTube (Google) ha acordado pagar una multa millonaria (de entre 150-200 millones de dólares) para solucionar sus problemas en Estados Unidos, desde donde le acusan de violar la privacidad de los niños menores de 13 años. Sin embargo, la empresa sigue reflejando faltas graves de seguridad a golpe de vista.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC por sus siglas en inglés) investigaba desde hace más de un año si YouTube recopiló información sobre niños de menos de 13 años y los utilizó sin permiso de los padres con fines comerciales. Una acusación que partió de la denuncia de 23 asociaciones que defienden los derechos de los niños.
YouTube ha decidido poner solución pagando pero los problemas siguen existiendo. En julio anunció esta decisión aunque no ha sido hasta ahora cuando se han conocido las cifras aproximadas. La filial de Google está dispuesta a pagar hasta 200 millones de dólares, unos 180 millones de euros, en el que supone el mayor acuerdo de una teológica con la FTC en los últimos cinco años por un tema de este tipo.
Pero lejos de solucionar sus problemas, la compañía sigue mostrando bastante descontrol con sus usuarios menores. Tal y como explican desde la propia web de YouTube, a 22 de julio de 2019 muestran una actualización de sus Términos del Servicio en el Espacio Económico Europeo y Suiza. Y entre los cambios añaden un aviso para recordar al usuario que si tiene menos de 18 años, debes obtener el permiso de sus padres o tutor legal para usar el servicio.
Pero lo cierto es que no hay un control, porque aunque la empresa de Google ha añadido entre sus novedades la actualización sobre el uso de los datos donde indica que «es solo interno» en cuanto a menores se refiere. La realidad es que cualquier persona puede entrar en YouTube sin necesidad de tener una cuenta, por lo que sigue infringiendo la Ley de protección de la privacidad de los niños (conocida como CUP).
Esta ley no permite que una empresa rastree la actividad de los usuarios menores de 13 años. Y en el caso de que un usuario adulto acceda a través de una cuenta, puede configurar lo que quiere que vea su hijo.
Aunque la compañía advierte «Nuestros sistemas trabajan duro para excluir el contenido para adultos, pero no hemos revisado todos los vídeos manualmente. Si encuentras algún contenido inapropiado, puedes denunciarlo para que lo revisemos rápidamente». Es decir, puede aparecer un vídeo con contenido que no proceda para un menor.
En medio de todo esto, Google acaba de convertir en página web su aplicación dedicada exclusivamente a niños llamada «YouTube Kids» que lanzó en 2015 y que está diseñada para mostrar contenido y anuncios apropiados para los pequeños.
Entre las explicaciones por las que aplican una restricción de edad, algunos de los aspectos que tienen en cuenta son: un lenguaje vulgar, la violencia e imágenes perturbadoras, los desnudos y contenido con connotaciones sexuales y las actividades peligrosas o perjudiciales.
Pero de nuevo, el usuario se encuentra en la misma situación. Para iniciar sesión en YouTube Kids han hecho una división por rango edad, donde está el contenido para niños de hasta 4 años, un segundo de entre 5 y 7 años y por último de entre 8 y 12 años.
Igualmente, en ningún momento verifican la edad que tienen ni piden un correo electrónico para acceder. Es decir, la única diferencia entre acceder mediante una cuenta o no es poder dar me gusta a los vídeos, añadir comentarios y suscribirte a canales.
Y en tal caso, usarla para controlar qué contenido puede ver el menor al cargo o buscar qué ha estado viendo. Aunque no es excluyente.
GOOGLE SIGUE SUMANDO MULTAS
La compañía hace frente a esta multa unos meses después de que lo hicera TikTok con 5,7 millones de dólares (casi cinco millones de euros) por el mismo motivo. En este caso, la FTC pedía a la plataforma dedicada a crear vídeos de corta duración la aprobación paterna de los usuarios menores de 13 años y la retirada del contenido creado por estos usuarios.
Por otra parte, el acuerdo con la Comisión Federal de Comercio llega unos meses después de que la Comisión Europea sancionara a Google con 1.494 millones de euros por “abusar de su posición dominante” en la publicidad online durante 10 años mediante Google AdSense. Esta fue la tercera multa de Bruselas a Google en menos de dos años. Y en concreto, una de las mayores multas impuestas de la Comisión Europea a una empresa.
