Paz Padilla barrunta su regreso a Mediaset tras un mes en la nevera

Entre la legión de fans de ‘Sálvame’ se encuentra un notable grupo, todavía desarmado, que desde hace años expresa su animadversión por Paz Padilla, de la que creen aquello de más vale caer en gracia que ser graciosa.

Los que analizan a la gaditana de forma superficial olvidan la notable carrera que ha labrado desde que asomó la cabecita como cuentachistes en aquellos shows noventeros hechos a la mayor gloria del inmortal Chiquito de la Calzada.

Padilla, posteriormente, se convirtió en una de las cómicas habituales de ‘Crónicas Marcianas’ antes de que Xavier Sardà convirtiese el late show en un mix de ‘Gran Hermano’ y ‘Pressing Catch’ y, más adelante, protagonizó telecomedias tan exitosas como criticadas y olvidables, véase ‘¡Ala… Dina!’ o ‘Mis adorables vecinos’.

Su carrera dio un giro de 180 grados cuando, en pleno boom fundacional de ‘Sálvame’, pasó de entrevistada a entrevistadora un viernes noche. Su trabajo ocasional en aquella terapia grupal, y su voluntarismo para adaptarse a un formato rosa al que era ajeno, la convirtieron en parte de un exitoso engranaje.

Es cierto que con el paso del tiempo a Padilla se le comenzaron a ver las costuras, demasiados razonamientos ayunos de razón, y a mostrar una incómoda postura defensiva frente a sus compañeros que se evidenció cuando no invitó a su boda a casi ninguno de los mismos.

DOS TROPEZONES MORTALES

La ayusista y exenfermera Paz Padilla, en tardía imitación de Mariló Montero, ha comenzado a hablar por encima de sus posibilidades. La presentadora lideró un directo en Instagram digno de Berlanga que contó con la inestimable ayuda de los rostros ojipláticos de Anne Igartiburu y María del Monte.

Y saltó la rana: «Las vacunas no sirven para nada. Mira, las vacunas es una proteína que te meten la ‘spider’, que es la proteína por donde entra el virus. Pero claro, la vacuna es la del bicho de ‘Luján’, y el bicho ha mutado y ahora tenemos la ‘onitrón’. Y entonces el bicho ahora es como que ya no entra por la puerta y entra por la ventana. Claro te meten la ‘spider’, que es la de la puerta y ya no sirve contra la ventana. Con lo cual, por muchas vacunas que te pongas, dos, tres, el virus entra por otro lado, con lo cual, te infecta. La delta y la ‘oritrón’ han mutado en África».

Padilla, que admitió tiempo atrás sufrir dislexia, intentó matizar sus palabras días después: «Yo decía que aunque tuvieras las vacunas no servía para nada porque te infectas con el virus nuevo (…). Lo que estaba hablando es de que por mucho que tú tuvieras las vacunas, que la gente no se relajara por el hecho de tener el pasaporte covid».

Y le cayeron almohadillas de todos los colores. La que más le dolió la lanzó Belén Esteban, que la había tildado de «irresponsable» y se sumó al coro que la tachaba de ‘antivacunas’: «Creo que Paz no cree en la vacuna».

Paz dio un portazo y desde el 20 de enero no ha regresado a televisión, en parte por haberse desgastado tras otros monólogos como el que soltó sobre las distanciadas Rocío Carrasco y Rocío Flores: «Si yo pudiera las cogería y las encerraría en una habitación, y que se dijeran todo lo que se tienen que decir. Y hasta que no se digan ‘te quiero’, no salen de ahí. Solamente hay que decir ‘te quiero’, y olvida. Porque si vivimos con el rencor… Con el pasado no se quiere. Hay que vivir el presente, el pasado ya no existe».

Kiko Hernández replicó: «¿Tú dirías que una señora que ha sido maltratada vaya con su maltratador, y que se digan te quiero? ¡Es una locura, por Dios!». Pero ella siguió con su discurso de coaching lowcost: «El amor, como concepto. El amor incondicional, el amor generoso, el amor por el que antepongo a mi rabia, mi odio, mi envidia… todo. Antepongo el amor. Si hay amor, olvidamos el rencor. Si hay amor, olvidamos lo que ha sucedido».

Al menos la presentadora triunfa en las librerías con ‘El humor de tu vida’ y en los teatros con la versión homónima del mismo. Esta obra es un homenaje a su marido que cuenta, según la distribuidora teatral, «su historia de amor y despedida, un viaje entre el amor y la muerte donde se aprende a vivir bien y a morir bien».

POSIBLE VUELTA A MEDIASET

Mediaset ha mimado en los últimos años a Padilla, que ha presentado uvas, galas navideñas, telerrealidad (‘La última hora’), concursos (el fallido ‘A simple vista’) y ha formado parte del jurado de ‘Got Talent’.

Es posible que Paolo Vasile prepare el morboso regreso de Padilla, que en las redes sociales está mandando mensajes ambiguos, ha dejado de seguir a María Patiño y Belén Esteban y está ironizando sobre los medios que hablan sobre la supuesta denuncia que preparan los vecinos de su nuevo ático de Alameda de Apodaca (Cádiz) contra ella por unas obras que, según Lecturas, afectan a una zona común del edificio.

No sería la primera vez que Mediaset manda a la nevera a un personaje y, una vez repuesto del desgaste, lo recupera. Este hecho quizás sea utilizado por Vasile, al que le ha mejorado la cara en febrero gracias a un género inesperado: la ficción.

Tanto autóctona, ‘Entrevías’ lidera los martes’, como foránea, ‘Pasión de Gavilanes 2’ hace lo propio los miércoles. Ambos productos, y los recuerdos de Carrasco, compensan los flojos números de ‘Secret Story’ o ‘Idol Kids’ y hacen posible una remontada en febrero sobre Antena 3, que le ha vencido en cinco de los últimos seis meses.