Vodafone mantiene las dudas en el desarrollo de su NB-IoT

Muchas empresas hacen anuncios a bombo y platillo de los que, una vez pasados los meses, no se vuelve a saber mucho. Y eso es lo que ha sucedido con el internet de las cosas comercial que anunció Vodafone hace casi un año, que rescató con nuevos asuntos en el pasado ‘Mobile World Congress’ y que ahora solo se conoce a través de algunos contratiempos.

Todo empezó el pasado mes de octubre (2016). En un encuentro con la prensa, el operador rojo comunicaba que había llegado a un acuerdo con Huawei para desarrollar la primera aplicación sobre su red comercial 4G de la tecnología NB-IoT (Banda Estrecha de Internet de las Cosa). De forma pública hicieron una demostración en el parking de sus oficinas. Todo estaba listo. La comercialización de esta tecnología se preveía para la primera mitad de 2017.

Dicha tecnología, que se lanzaría en varios países, entre ellos España, supone un avance respecto a las anteriores tecnologías de M2M (máquina a máquina), ya que permite una mayor duración de la batería, amplia la cobertura y la escalabilidad (dispositivos conectados) y reduce los costes, toda ello solo actualizando el software.

El gran anuncio comercial de Vodafone

Apenas unos meses después de este anuncio, en el marco del MWC de Barcelona (febrero de 2017), llegó la presentación en sociedad de una manera más clara. En concreto se habló de que empresas de Valencia y Madrid ya podían conectar dispositivos al NB-IoT. Además, las ciudades de Barcelona, Bilbao, Málaga y Sevilla lo podrían hacer en breve como parte de este despliegue a nivel nacional.

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Aunque en ese mismo momento surgieron algunas dudas. Vodafone no logró explicar durante la presentación de este servicio cómo sería el modelo de negocio, cómo generará dinero y cuándo empezará una implementación masiva por parte de las empresas.

Lo único que se supo por diversas fuentes cercanas a la compañía es que se estaban haciendo proyectos piloto con diversas empresas que, en caso de quedar satisfechas, ya podrían contratar este tipo de servicios.

Por ahora no se conocen grandes clientes

Gracias a las cláusulas de confidencialidad, muchas empresas salen airosas cuando son preguntadas por los contratos de sus servicios. En el caso de Vodafone sucede algo similar. Incluso, a estas alturas no se conoce quiénes está haciendo pruebas, si hay grandes compañías con este tipo de necesidad o si la administración pública quiere hacer uso de esta tecnología.

De lo que ha trascendido públicamente, destaca el gestor andaluz de aguas Acosol; así como las empresas de de servicios públicos Emasa y Emasesa. También hay que señalar el acuerdo con la compañía de gestión sanitaria Cogesa. Y esto es por ahora lo que se conoce.

Mientras, lo que ha habido hasta ahora son contratiempos. Uno de ellos tiene que ver con la interoperabilidad de fabricantes que están ayudando a Vodafone en el desarrollo del NB-IoT. Al principio fue Huawei, pero la filial británica también tiene acuerdos con Ericsson para desarrollar esta tecnología. Y el conflicto ha estado en que no fuera compatible el desarrollo de estos dos fabricantes para aunar los procesos de estandarización con los clientes.

En el caso español parecen no haber existido estos problemas, y aunque el operador siempre ha desmentido que exista esta situación, mercados como Holanda e Irlanda han visto atrasados los plazos en la llegada del NB-IoT.

Otro “problema” para Vodafone

El otro sobresalto que ha tenido Vodafone estos últimos meses tiene que ver, curiosamente, con otra tecnología que ellos mismos desarrollan y explotan. Los rojos insisten en que su prioridad son las redes LPWA (siglas inglesas de Bajo Consumo Área Extensa); es decir, el NB-IoT. Pero al mismo tiempo confirman que han empezado a efectuar “pruebas de alcance limitado” con LTE-M en España y Holanda.

El debate se ha avivado cuando hace unas semanas el vicepresidente de la compañía especializa en semiconductores Altair, Eran Eshed, ha dicho públicamente que el NB-IoT no está en estos momentos en disposición de ser algo que el mercado pueda asumir de manera masiva. Por eso, resulta curioso que Vodafone trabaje en paralelo con dos tecnologías de similar eficiencia para el desarrollo comercial que buscan del internet de las cosas.

Ahora toca esperar a que, finalmente, el operador anuncie clientes reales y queden atrás las pruebas piloto. Asimismo, deberán explicar cómo será el modelo de negocio. Muchas preguntas en el aire.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.