Vodafone descarta comprar el cable del norte pero no subir los precios

El consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, cree que las sinergias para la compra de las operaciones de cable en el norte (Euskaltel y Telecable) han desaparecido tras los despliegues propios de red efectuados en dichas zonas, lo que básicamente descarta que en el futuro la compañía esté interesada en adquirir estas empresas.

En el marco del Mobile World Congress que se celebra en Barcelona el CEO de la británica reconoció además que después de varios años en los que el sector ha perdido un 25% de su valor debido a la crisis y la competencia, y tras el proceso de consolidación y de adquisición de compañías, que ha puesto al sector en una situación en la que invertir en él suponía «menos rentabilidad que el precio del dinero», la compañía no descarta seguir los pasos del resto de operadores y la política enunciada recientemente por el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete: «Dar más servicios por un poco más de dinero».

Vodafone, de hecho, prepara un fuerte incremento en el volumen de datos que ofrece a sus clientes, con una reforma global de sus tarifas que llevarán a los clientes con Smart S de 2 a 6GB (hasta ahora 25€), a los de Red M de 4 a 10GB (35€), a los Red L de 6 a 20GB (45€), y a los de XL, de 10 a 35GB (65€). Lo que no se sabe aún son los precios de las nuevas velocidades, pero de las palabras de Coimbra se deduce que no sería imposible imaginar una nueva subida.

En merca2.es hemos defendido que 2017 iba a ser el año de la llegada de las tarifas de muchos gigas, más allá de la Sin Fin de Yoigo, y el tiempo parece estar dándonos la razón.

Sobre la recién estrenada cuarta plataforma de Telefónica, bajo el nombre de Aura, Coimbra ofreció una reflexión interesante, al subrayar que es un tipo de proyecto que, quizá, tendría más capacidad de salir adelante si fuese menos la aventura individual de un operador y más un estándar de la industria.

Asimismo, Coimbra afirmó que su compañía está aún por encima de Orange en el despliegue de red propia y que a principios de año había superado los 10 millones de hogares pasados, frente a los 9,6 millones declarados por los franceses. No quiere decir que la carrera no esté apretada, quiere decir que consideran que aún tienen ventaja.