Venta de Deutsche Bank en España: No es la primera vez que se intenta, pero nadie se atrevió a dar el paso

El Deutsche Bank puja estos días por mantenerse a flote. Ampliación de capital de 8.000 millones de euros en marcha (la quinta desde 2008), con un objetivo: aumentar su ratio de capital y “fortalecer nuestra posición como un banco europeo líder con alcance global”, decía su presidente John Cryan el mismo día en el que se ponía en marcha.

Sin embargo, Cryan es consciente de que necesita más. Toca reducir tamaño y centrarse en lo que de verdad quiere ser: un banco de inversión, pero también centrado en gestión de activos y financiación a grandes compañías. Un proceso en el que lleva muchos años inmersos, pero que no acababa de culminar. Así que ahora parece que es el momento.

Deutsche Bank en España enderezó el rumbo en 2015, tras varios años consecutivos en pérdidas

Para ello está dispuesto a deshacerse del negocio de banca minorista en Europa, excepto en Alemania (donde tiene Deutsche Post). Eso engloba deshacerse de las filiales en España y Portugal; pero también de Bélgica e Italia. Negocios, que no terminan de ser rentables para la entidad (sobre todo los primeros).

De hecho, la unidad española entró en beneficios el pasado año (2015, últimos datos disponibles) tras varios en pérdidas. Ganó 81 millones de euros, frente a los 2 millones de pérdidas de un año antes; y de los 195 millones de 2013. Eso sí, después de una ampliación de capital de 75 millones, que fue suscrita por su matriz de forma íntegra. Así que es un buen momento para ponerle el lacito y venderlo. Una operación que lleva ya años barajándose, esto no es algo nuevo. La opción de deshacerse de las unidades en España lleva fraguándose, al menos, desde el año 2014. Sin embargo, por ahora, nadie se ha atrevido a tomar ninguna decisión.

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Por ahora tampoco hay nada decidido. Lo que sí parece claro es que se está hablando con distintas entidades –aunque no de forma oficial-. Santander, Sabadell, Caixabank o BBVA podrían estar interesadas en su negocio en España. No olvidemos que se trata de sumar 249 sucursales, fundamentalmente en Cataluña, Madrid, Valencia y Andalucía. Fuentes del mercado hablan de que la operación se podría dejar cerrada durante el mes de abril, y que el coste rondaría los 2.000 millones de euros. Además de las sucursales, habría un traspaso de 700.000 clientes y 2.600 empleados.

Y a todo esto, en contra de lo que se decía en un principio, la desvinculación de Eduardo Serra como consejero de Deutsche Bank en España no tiene nada que ver con estos movimientos. Está relacionada con su edad, 70 años, que el ex ministro considera más que adecuada para empezar a dosificar sus esfuerzos.