Los venezolanos conquistan el barrio de Salamanca

La situación de inestabilidad en Venezuela y la agitación del mercado inmobiliario español han convertido al barrio de Salamanca en una gran oportunidad para las grandes fortunas venezolanas. El acento venezolano comienza a ganar terreno al deje castizo del distrito con mayor renta medio por habitante de la capital. Los venezolanos compran a un ritmo de cinco viviendas al mes en Madrid.

Un ejemplo que representa a la perfección el desembarco de los venezolanos en el barrio Salamanca es el edificio de Lagasca 99. Este inmueble -propiedad de Lar y Pimco al 50%- está cerca de ser una realidad y ya tiene casi la totalidad de sus viviendas vendidas. El que está llamado a convertirse en el inmueble más exclusivo de Madrid podrá presumir de contar con cerca de un 50% de procedencia sudamericana -la mayoría de ellos venezolanos-.

Además, la promoción tiene el honor de haber realizado la venta más cara de España: 14 millones de euros. O lo que es lo mismo, más de 18.000 euros por metro cuadrado. La transacción corresponde a uno de los dúplex que corona esta obra faraónica. Se desconoce la identidad del comprador -el recelo a revelar los datos en este tipo de casos es mayúsculo-, pero sí se conoce las características de la vivienda. En total, serán 703 metros cuadrados, con terraza y piscina privada, y varias plazas de garaje.Todo un lujo más propio de un hotel de cinco estrellas.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»86693″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

La demografía del barrio Salamanca ha cambiado y sólo basta dar un paseo por sus calles para darse cuenta de ello. Una población con mucho poder adquisitivo, pero envejecida ha dado paso a la ‘invasión’ venezolana, propulsada por la inestabilidad de este país. La pirámide de población invertida del barrio es precisamente una de las características que han favorecido la inversión venezolana.

«Muchas de las viviendas se están quedando vacías porque los inquilinos -muy mayores todos- mueren», afirma un portero de un edificio ubicado en el corazón del barrio Salamanca. Esta circunstancia, el auge del mercado inmobiliario español y las ganas de comprar de los venezolanos han propiciado que los herederos de estos inmuebles decidan vender ante una oportunidad de negocio inmejorable. De hecho, de los 145.268 habitantes que tiene el distrito, 35.025 tienen más de 69 años, según datos del propio Ayuntamiento de Madrid.

Esta pirámide de población invertida ha supuesto que algunos venezolanos compren incluso edificios enteros. El desembarco ya es una realidad, pero al observar la edad de media de la zona -casi 50 años- hace pensar que el desembarco continuará los próximos años.

Hasta el momento, se estima que 7.000 venezolanos han comprado inmuebles en edificios centenarios de un distrito de unos 5,4 kilómetros cuadrados. Su ubicación y la oferta de lujo y exclusividad son atractivos más que suficientes para las fortunas venezolanos. Pero todos aquellos que estén pensando en invertir en una vivienda en el barrio de Salamanca han de saber que la puja comienza en el medio millón de euros, que es el precio más asequible por un piso de cien metros cuadrados en la zona.

«En el caso de Engel & Völkers, que es líder absoluto en el distrito de Salamanca, los clientes venezolanos se han multiplicado por tres en el último año con respecto del anterior (variación interanual a octubre de 2018)», afirma Eduardo González-Salamanca, Asesor inmobiliario de Engel & Völkers.

La ‘little’ Venezuela -así comienzan a llamar algunos al castizo barrio que abre a los ciudadanos de este país dos vías. Porque lo cierto es que no todos los venezolanos que desembarcan en el distrito de Salamanca lo hacen con el mismo objetivo. Hay algunos -sobre todo jubilados- que buscan en Madrid una vida tranquila alejados de la inestabilidad política de Venezuela. En muchos casos estos inquilinos no son ni siquiera los encargados de comprar la vivienda, sino sus hijos empresarios que buscan alejar a sus progenitores del país.

UNA INVERSIÓN A MEDIO PLAZO

«Suelen comprar más con intención de residir en la propiedad que con intención de invertir aunque esto último también lo tienen muy en cuenta. De hecho, muchos buscan una inversión rentable a medio y largo plazo ya que muchos no saben cuánto tiempo van a vivir en nuestro país.», afirma González-Salamanca.

Pero la especulación también es otro de los objetivos de otros muchos que buscan comprar ahora que el mercado inmobiliario español presenta una clara recuperación. En este sentido, muchos de ellos deciden comprar un piso, reformarlo y venderlo a sus compatriotas que buscan instalarse en la cuna de los ricos de la capital. Porque en el barrio de Salamanca es donde siempre ha vivido el millonario de toda la vida, no los nuevos ricos.