Por qué usar una mascarilla quirúrgica con ajustador hace que tenga la misma protección que una FFP2

Ya casi ha pasado un año desde que la pandemia del coronavirus afectó a la población global, y a estas alturas, ya podemos considerarnos casi unos expertos en mascarillas. Son muchos los tipos que han salido al mercado, y la más utilizada de todas es la mascarilla quirúrgica.

A pesar de todo el tiempo pasado, no dejamos de descubrir nuevas cosas sobre estos elementos de protección. No solo han salido una gran variedad de modelos, también accesorios para poder utilizarlas de una forma más cómoda y sobre todo, segura. A continuación, os explicamos la razón por la cual usar un ajustador proporciona una protección superior.

El uso de la mascarilla quirúrgica

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Ante la obligación del uso de mascarillas cada vez que salimos por la puerta de casa, se ha convertido en un habitual de nuestro día a día. Y es que a pesar de la llegada de la vacuna contra la Covid-19, son muchos los que faltan por ser vacunados, ya que las dosis que llegan son más bien escasas.

La mascarilla quirúrgica es el modelo elegido por la gran mayoría para estar protegidos frente al virus, claro que esta tiene ciertas limitaciones. Para empezar, el tiempo que puedes utilizarla. El máximo es de cuatro horas, y como la mayoría de los modelos, al mojarse pierde su efectividad.

Pero hay un punto aún más importante, y es la capacidad de protección. Al tener que estar sujetas únicamente con una gomilla que va a la oreja, te habrás dado cuenta de que quedan espacios entre tu rostro y la mascarilla quirúrgica, lo que en parte ya te está dejando desprotegido. Es por ello que, ya que es la más adquirida, hay que buscar la forma de ponerle solución al problema.

Nerea Pereira Plata
Nerea Pereira Plata
Estudiante de Periodismo y chica geek. Como buena techie soy una amante de las nuevas tecnologías y me encanta probar siempre gadgets nuevos.