Los jubilados pobres serán quienes no contraten productos privados

Se llama tasa de sustitución de las pensiones. La misma hace referencia a la diferencia que hay entre el último sueldo de una persona que está en activo y aquel otro que percibirá una vez se haya jubilado. En la actualidad es del 80%, mucho más alto que en otros países de la OCDE (su media es del 63%). Pero debido a que cada vez los españoles viven más, y a las características demográficas de nuestro país, el porcentaje bajará al 58% en 2030, al 54% en 2040, y al 49% en 2050. “En España, el ahorro para la jubilación se ha dejado, en buena medida, al libre albedrío de la gente. Se han dispuesto de incentivos de diferimiento fiscal y alguna ventaja tributaria, pero lo que realmente necesita el país es otra actitud”, señala Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, en una entrevista a MERCA2.

La máxima representante de la patronal del seguro indica que “corresponde a los poderes públicos establecer unas normas que favorezcan la previsión social complementaria a gran escala”. Es decir, que haga posible que más personas se decanten por planes de pensiones individuales, los planes de previsión social asegurada (comercializados en concreto por las aseguradoras), planes de previsión social empresarial… “Se trata de crear mecanismos que permitan ahorrar tanto al que gana mucho como al que no gana tanto. De lo contrario, corremos el riesgo de que lo que hoy son diferencias sociales entre personas en activo se conviertan en brechas mucho más profundas entre jubilados”, añade Pilar González de Frutos.

«Corremos el riesgo de que lo que hoy son diferencias sociales entre personas en activo se conviertan en brechas mucho más profundas entre jubilados»

De hecho, la presidenta de Unespa habla de pensionistas “de primera”, aquellos que mantienen un nivel de vida parecido al que tenían cuando trabajaban, “y de segunda”, que son los que ven como su situación económica empeora. “Lo que hace falta es adoptar decisiones políticas y generar ese ahorro. La oferta de productos que ha desplegado nuestra industria se adapta a las necesidades y preferencias de cualquier cliente. Disponemos de productos que permiten buscar una mayor rentabilidad, de otros que ofrecen garantías sobre lo aportado ante los vaivenes de los mercados; y los hay también, como las rentas vitalicias, que protegen frente al riesgo de vivir más de lo que pueden durar los ahorros”, concreta. Deberes para el próximo Gobierno y proselitismo para la causa.

Unespa y el futuro del sector

Más allá de las pensiones, la presidenta de Unespa repasó para MERCA2 algunos de los temas de actualidad referentes al sector asegurador. Así, destacó que el sector está “vivo”, y que en los últimos quince años ha habido una actividad frenética donde no han faltado fusiones, adquisiciones, lanzamientos de nuevas marcas y proyectos, entre otras cosas. Hoy, hay ganas de comprar (Mapfre, Helvetia, Generali…) y también de vender (Caser), pero se vive una especie de tensa calma. “Sinceramente, movimiento hay. Lo que pasa es que, como estamos ante un sector sólido y solvente, lo que no ha habido son sustos ni operaciones de emergencia. Tan solo actividad corporativa estándar”, sintetizó Pilar González de Frutos.

¿Y el futuro? ¿Habrá movimientos de aquí a final de año? En este apartado, la presidenta de la patronal fue políticamente correcta, indicando que no está al día de las operaciones corporativas. Por otra parte, 2018 fue un año positivo para el sector, pero con crecimientos modestos. ¿Seguirá la tendencia? “Solemos decir que el seguro es una industria anticíclica. El seguro sabe capear las crisis, normalmente, mejor que otras industrias y, en momentos de bonanza, crece de manera más moderada. Siendo esto verdad, también es cierto que nuestra actividad acaba siendo un reflejo de lo que pasa en el día a día a los actores económicos (empresas, personas, etc.). 2019 sigue siendo un año en el que las principales líneas de negocio continúan al alza, pero no hay que dar este crecimiento por sentado, pues la suerte macroeconómica de España puede cambiar ante las múltiples incertidumbres que se vislumbran sobre el panorama internacional y nacional”, aseveró.

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Ejecutivos del sector se han quejado, sobre todo en el ramo de autos, de la competencia de precios bajos y campañas agresivas para captar clientes. “En nuestra industria hay una gran competencia entre entidades. Pero siempre dentro de los parámetros de prudencia que marca la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, pues no debe olvidarse que somos un sector supervisado. No albergo duda alguna sobre la estabilidad de la industria aseguradora”, indicó la presidenta de Unespa.

¿Es posible que la tendencia de autos se traslade a otros ramos con la misma identidad? “Quizás lo mejor sea preguntarles a los directivos de las compañías afectadas porque ellos son, al fin y a la postre, quienes están en contacto diario con el mercado y conocen la situación de primera mano. En todo caso, lo que tengo claro es que en todos los ramos de seguro hay una fuerte y sana competencia. Como no podía ser de otra forma, por otra parte”, concluyó la presidenta de Unespa.