Así es la historia real sobre el movimiento de Banco Santander

En principio, del último movimiento de Banco Santander -reducir su fondo de comercio en 1.500 millones de euros- solo se resaltaría que la cantidad es bastante grande. Pero otros detalles denotan que es más importante de lo que parece. Con la notificación, la entidad que preside Ana Botín señala a sus accionistas que su capacidad para generar beneficios en un futuro se reduce con fuerza y da la razón a los inversores que llevan castigando a la firma en los últimos meses. De hecho, la entidad cántabra es la que más cae entre las grandes firmas europeas.

En primer lugar, sí, la cifra que ha reconoció la entidad cántabra es muy importante. De hecho, los 1.500 millones que se han sustraído (eso sí, de manera contable) equivale prácticamente a lo que ganó la entidad en el primer trimestre de este año que fueron 1.840 millones de euros. Por ello, la forma de notificar dicho movimiento ha sido tan cauteloso. De tal forma que se le podrían dar dos apelativos distintos sin miedo a equivocarse: con nocturnidad y alevosía, o el de informar entre medias.

En el caso del primero, se debe a que Banco Santander notificó a la CNMV, a través de un hecho relevante, más allá de las 22h de la noche. Una hora en la que, obviamente, los mercados estaban ya cerrados y los medios de comunicación no tenían capacidad real de actuación, salvo la de informar brevemente del asunto. Por otro lado, se colocó estratégicamente entre medias, como se puede comprobar al ver que la información que se detalla (que es la primordial y la realmente nueva) va entre una aclaración sobre el dividendo (que sigue en el mismo sitio que antes, en los 0,10 céntimos por acción) y el nombramiento de Pamela Walkden como consejera independiente para el área de Reino Unido.

Entonces, tras lo anterior, ¿qué esconde Banco Santander? Básicamente que no lo va a pasar nada bien en el Reino Unido en los próximos años. La firma explica en la nota enviada a la CNMV que «el ajuste en el fondo de comercio (…) no tiene impacto en la ratio de capital CET1 del Grupo ni en su generación de los flujos de caja», que sin ser mentira, no es toda la verdad. Desde un punto de vista contable, las empresas están obligadas al menos una vez a revisar sus activos (el fondo de comercio se encarga de los intangibles) y traer al presente los flujos que generarán en el futuro (lo que se conoce como descuento de flujos de caja) cuando la diferencia entre lo que tenía previsto generar y la nueva previsión difiere se produce una revisión, que en este caso se traduce en estos 1.500 millones de euros. Por lo que la minusvalía no es presente, pero si es futura y ya reconocida.

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Cuando la cantidad entre ambas se hace cada vez más grande y la empresa no lo reconoce, aunque al mercado no se le suele pasar, entonces los inversores la castigan en Bolsa. Hasta que ayer Banco Santander reconoció la diferencia, era uno de los más castigados en lo que iba de año, en concreto, en lo que va de 2019 cede un 6,5% frente la buena (entre comillas casi en el sector bancario) evolución de sus competidores más grandes: Barclays pierde un 2,8%, ING lo hace un 0,5%, mientras que BBVA sube un 3,4% o BNP se dispara un 10,9%. Aun así, obviamente, no todo tiene que ver con la corrección efectuada, ya que a la banca le esta afectando otros temas.

El problema para Banco Santander, cómo señala a medias en su nota informativa, está más en la fuerte competencia y la debilidad de su firma que en el Brexit como tal. Por definición, el fondo de comercio mide la capacidad de generar beneficios de los intangibles (por ello se suma al valor contable de una empresa) como son el valor de marca, la cartera de clientes o el posicionamiento en el mercado entre otros. La corrección del valor ejecutado por la firma bancaria española solamente pone de relieve que la entidad ha ido perdiendo prominencia en cada uno de esos apartados como señalan sus cuentas. De hecho, sirva de referencia que en los últimos años los ingresos han caído un 15% (cerca de 1.000 millones de euros) y el beneficio atribuible se ha hundido hasta un 31%.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2