Uber se vende al mercado del ‘delivery’ por sus problemas legales

Uber tiene problemas. Está chocando frontalmente con las legislaciones de varios países que, como en España, no tenían una regulación específica. La compañía de VTC es consciente de que necesita otros modelos de negocio para seguir en la picota, por ello, está potenciando su división de reparto a domicilio: Uber Eats.

Uber ha decidido apostar por el reparto a domicilio. Por ello, ha anunciado que triplicará el personal que trabaja en la división del delivery en Europa, Oriente Medio y África, y quiere llegar a tener aproximadamente 1000 empleados. En la actualidad está presente en 20 países y en más de 200 ciudades. Además, aspira comprar Deliveroo, y lleva meses estudiando como cerrar esa operación para plantarle cara a Just Eat, según informó Bloomberg.

Otra de sus grandes inversiones se está centrando en incorporar restaurantes virtuales. Espacios de cocina dentro de algunos establecimientos para preparar comida para las entregas a domicilio. No son restaurantes, no hay camareros, ni comensales, solo cocinas y una especie de centro logístico donde llegan los pedidos a través de la app, se cocina y se reparte.

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Algo similar a lo que Deliveroo abrió en Madrid, el pasado mes de octubre, bajo el nombre Deliveroo Edition. Un local donde cada restaurante tiene su propia cocina y gestiona sus pedidos de manera independiente. En Reino Unido, Deliveoo cuenta con 400 restaurantes virtuales, y Uber pretende llegar a esa cifra a final de año.

Uber Eats está intentando adaptarse a las necesidades de cada país y está incorporando novedades en la forma de pago. En Francia ha aceptado los vales de comida prepago. En Sudáfrica, Egipto y Arabia Saudí se permite el pago en efectivo y en los Países Bajos la app permite el pago a través de un servicio de pago de comercio electrónico local.

La compañía está experimentando un crecimiento negativo en sus cuentas. Se está gastando mucho dinero en impulsar Uber Eats. El crecimiento de ingresos en el tercer trimestre fue de un 38%, según los daros aportados por Bloomberg. Unos números que serían aceptables si no los comparásemos con los de hace seis meses, que suponían el doble.

Uber tiene la costumbre de publicar algunos datos económicos cada tres meses. Los últimos que ha aportado respecto de Uber Eats señalan que la división de reparto a domicilio generó más 2.000 millones de dólares en ingresos brutos, unos 1.800 millones de euros, lo que supone aproximadamente el 17% de los ingresos brutos trimestrales.

Esta nueva apuesta viene propiciada por los problemas que está teniendo la compañía en muchos países con su servicio de VTC. Finlandia, Noruega, Dinamarca y Francia prohibieron UberPop, el servicio de viaje compartido entre particulares, tras años de protestas. Francia tuvo que pagar una multa de más de un millón de euros por “faltar en la comunicación con los conductores”. Los choferes están obligados a volver a la sede, para evitar captar clientes en la calle, y no lo hacían. El conflicto se recrudeció y los directivos de la filial francesa fueros arrestados.

En Malta Uber no puede operar, en ninguna de sus vertientes. Y en Alemania está empezando ahora a levantar la mano, tras varios años de conflictos, por no seguir las reglas. El ministerio de Transportes germano anunció este lunes que está considerando flexibilizar las regulaciones para permitir el uso de vehículos compartidos en 2021. Por su parte Uber está planteando nuevas propuestas políticas encaminadas al transporte sostenible y ya vuelve a operar en varias ciudades, entre ellas Berlín, Munich y Dusseldorf.

En España, presionado por las protestas del sector de taxi, el gobierno aprobó una ley que exige a los ayuntamientos y comunidades autónomas a expender una segunda licencia. De no ser así las VTC solo podrán operar en trayectos interurbanos. Aunque existe una moratoria de cuatro años para que esto suceda.

UBER APUESTA POR LA MOVILIDAD SOSTENIBLE

La empresa de San Francisco también está apostando por la movilidad sostenible. Ha prometido que incorporará al mercado bicicletas eléctricas y ya ha hecho lo propio con los patinetes. Ha lanzado Lime, la app de monopatines electrónicos por minuto. En pocos meses ha llenado las calles de decenas de países. Lo ha hecho de una manera similar a la que hizo con los coches con conductor: sin preguntar. En este caso se ha vuelto a encontrar de frente a los legisladores, ya que, aparecieron aparcados en las aceras de la noche a la mañana.

En España Uber se la jugó con Lime. Aprovechó el vacío legal y empezó a operar. En Valencia, los patinetes fueron retirados a los pocos días, pero Lime iba incorporando más, como si nada hubiese pasado. Madrid acordó que los patinetes tenían que circular por el carril bici, en ningún caso por las aceras, ya que la velocidad que alcanzan supera los 25 km por hora. A pesar de esto el consistorio madrileño no está sancionando el mal uso, por el momento, y los usuarios de Lime continúan ocupando las aceras. Este miércoles se ha confirmado la primera muerte por atropello de un peatón, por parte de un patinete que circulaba por la acera, en Barcelona.

En Reino Unido fueron más tajantes, han prohibido la circulación por las aceras y ante la negativa de incorporar patinetes han llevado el mercado de las bicicletas eléctricas. Lo mismo están planeando hacer en Alemania, conscientes de que en ese país son muy rigurosos con las normas. Están aprovechado la campaña de la movilidad sostenible para entrar en el país, pero esta vez con el beneplácito del gobierno. Lime ya está valorada por encima de los 1.000 millones y sigue subiendo. A pesar de todo, a Uber le salen los números y planea su salida a bolsa el año que viene.