Twitter, el enemigo íntimo de las empresas

Las redes sociales han llegado para quedarse. Se han convertido en un aliado clave para muchas compañías que pretenden acercarse a sus clientes. Aunque en ocasiones provocan todo lo contrario. Lo que se escribe en Twitter puede llegar a provocar cambios en el camino a seguir de la empresa. Un mal mensaje consigue que un día seas el presidente de una multinacional y al día siguiente acabes pagando una multa de 20 millones de dólares (más de 17 millones de euros). Elon Musk es un claro ejemplo de ello. Tesla se queda sin cabeza.

Todo empezó por unos tweets. Musk quiso anunciar en su Twitter, ante más de 22 millones de seguidores, la posibilidad de privatizar la empresa por un precio sustancialmente superior a la cotización de la compañía. Pero la cosa no quedó ahí. Esto ocasionó que las acciones de Tesla subiesen más de un 6% ese 7 de agosto. Por ello, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) acusó al CEO y presidente de Tesla de fraude por haber publicado mensajes “falsos y engañosos”.

“Tener cuidado de proporcionar información veraz y precisa es una de las obligaciones más críticas de los CEO”, ha asegurado la codirectora de la división de Cumplimiento de la SEC, Stephanie Avakian. “Esa norma se aplica con igual fuerza cuando las comunicaciones se realizan a través de las redes sociales u otra forma no tradicional”.

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Según la SEC, Elon Musk violó las disposiciones antifraude de las leyes federales. Todo ello por Twitter. Y es que, en 2013, Tesla notificó al mercado que utilizaría la cuenta de Twitter de su presidente como medio para anunciar información “importante” sobre la compañía. Además, alentaba a los inversores a estar al corriente de estas notificaciones. Aun así, la empresa no tenía ningún control para que los tweets de Musk fuesen “precisos o completos”.

El hasta ahora CEO y presidente de Tesla es el mayor accionista de la compañía, ya que cuenta con cerca del 22% de las acciones. No obstante, tendrá que dejar su cargo. Tras un acuerdo con la SEC, Musk ha sido obligado a renunciar a su puesto de presidente de Tesla. De esta manera, un presidente independiente asumirá la vacante. Asimismo, no podrá volver a ser elegido hasta dentro de tres años. Con todo, se mantiene como consejero delegado de la compañía.

“Como resultado del acuerdo, Elon Musk dejará de ser presidente de Tesla. La junta directiva de la compañía adoptará reformas importantes, incluida la obligación de supervisar las comunicaciones de Musk con los inversores, y ambas pagarán sanciones financieras”, ha explicado el codirector de la división de Cumplimiento de la SEC, Steven Peikin. “La resolución tiene intención de evitar una mayor interrupción del mercado y daños a los accionistas de Tesla”, ha añadido.

TWITTER LE CUESTA 34 MILLONES A TESLA

En cuanto al aspecto económico, la resolución señala dos multas diferentes. Por un lado, Musk será obligado a pagar 20 millones de dólares (más de 17 millones de euros). Además, Tesla también tendrá que desembolsar la misma cantidad. En total, 34,5 millones de euros que se distribuirán entre los inversores perjudicados por los movimientos en Twitter del expresidente.

Entre las medidas a adoptar también se encuentra el nombramiento de dos nuevos directores independientes para la junta de Tesla. Además, la compañía establecerá un nuevo comité de directores independientes y establecerá los controles y procedimientos adicionales para supervisar las comunicaciones de Musk.

“El paquete total de recursos y alivio anunciado está específicamente diseñado para abordar la mala conducta en cuestión mediante el fortalecimiento del gobierno corporativo y la supervisión de Tesla a fin de proteger a los inversores”, ha querido apuntar Stephanie Avakian.

Según analistas de Bloomberg, esta situación llega en un momento «frágil» para Tesla, ya que se enfrenta al vencimiento de una deuda de 1.900 millones de dólares (más de 1.600 millones de euros) antes de finales de 2019. Sin embargo, la empresa no muestra «señalas claras de que pueda generar ese flujo de caja».

TESLA NO ES EL ÚNICO CASO

Elon Musk ha perdido su puesto como presidente, pero continuará en la empresa. Quien no corrió la misma suerte fue el community manager de Ballantine’s. Cavó su tumba en Twitter y fue destituido en apenas 12 horas. Este fue uno de los casos con mayor repercusión en los últimos años.

Este fue el Twit que inició la disputa. Desde la cuenta oficial de la compañía, el trabajador se posicionó a favor del Real Madrid. La polémica estaba servida. Comenzaron a surgir innumerables reacciones de los aficionados que no estaban a favor de que una bebida marcase su favoritismo hacia cierto club.

Si embargo, el community manager de Ballantine’s, lejos de alejarse de la polémica, continuó utilizando el Twitter para responder a todos los haters que habían surgido.

Al final del día, la empresa publicó un comunicado en la red social informando que Manolo CM, que ese era el nombre por el que se conocía a su trabajador, dejó de formar parte de la plantilla de Ballantine’s.