Del tubo tonto a la solución: primero la fibra, luego el resto

Para contradecir el propio titular, empecemos por el resto. La amplia hemeroteca que está dejando Youtube guarda algunas joyas que ya son parte de una nuestra sociedad. Para este viaje desde el tubo tonto a las conclusiones que deja la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, una charla entre el expresidente de Telefónica, César Alierta; y el magnate mexicano Carlos Slim, sirve para identificar a cada personaje en este relato.

En esa fecha, 2015, ya habían aparecido en escena los denominados OTTs (over-the-top). Es decir, las compañías tecnológicas que basan su potencial negocio en la red. Google, Facebook, Amazon… Así, pese a que algunas ya lucían canas entre su equipo directivo, empezaban a coger músculo. Mucho músculo. Sus flujos de caja cuadraban, y el dinero se invertía en determinadas direcciones.

Por eso, Alierta, un maño que siempre ha sido de vello rasurado en la lengua, empezaba a lanzar un mensaje muy claro: nosotros ponemos la red y arriesgamos la inversión, para que luego estas empresas tecnológicas hagan el negocio. De hecho, y de nuevo con la hemeroteca, el expresidente de Google, Eric Schmidt, dejaba claro unos años antes que su capacidad inversora era para competir contra Facebook… las redes ya las pondrían otros.

En este contexto, todos los operadores de telefonía mantuvieron vivo el legado de César Alierta. Desde su sucesor, José María Álvarez-Pallete, al conjunto de compañías, tanto las que operan en España, como las que despliegan infraestructura en cualquier lugar del mundo. El mensaje era cada vez más contundente para dejar clara la situación: si los operadores de telefonía ponían la red, mismo mercado mismas reglas.

Y LLEGÓ EL COVID-19

Durante los últimos años, los grandes operadores que despliegan red en España, como Telefónica, Orange, Vodafone, MásMóvil, Euskaltel, o incluso los regionales, han mantenido el mismo mensaje: no somos compañías que ponen el tubo y ya está.

Bajo este paradigma, ha sido el operador azul, con Pallete a la cabeza, el que más esfuerzo ha metido para dar la vuelta a la situación. De ahí nació su cuarta plataforma, se obsesionó con hacer inteligente a sus redes y puso todo el empeño en que su infraestructura nunca más volviera a ser tonta. O, directamente, que otros la usen como si, incluso, ese despliegue material y económico no tuviera ningún valor.

Aunque ahora, todos esos años de predicación, tienen recompensa. Desde que estalló la crisis sanitaria y se decretó el Estado de Alarma, la gente ha tenido que recluirse en casa. El trabajo y el ocio se hacen desde el hogar. Conectados a internet. Conectados a una red, fija y móvil, que pertenece a los operadores de telefonía. Son ellos, con sus tubos tontos, los que están haciendo que muchos puedan (podamos) trabajar y ver series, películas o video de gimnasia.

También es cierto que otros tantos creen que pueden hacer todo eso gracias a Skype, Google y que el entretenimiento viene de la mano de Netflix o Disney+. Razón no les falta. Pero primero es la fibra, luego todo lo demás. Y sí, al final todo va junto, de la mano, pero unos llevan años cavando zanjas para meter tubos tontos. Unos tubos que hoy nos permiten hacer de todo. Hasta escribir artículos para hablar de tubos tontos.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.