El tsunami de las hipotecas que puede arrastrar a consumidores y bancos

Calma chicha. Así se puede definir la situación que vivió el mercado hipotecario durante 2017 tras navegar por una mar embravecida llamada cláusulas suelo o devolución de gastos hipotecarios. En dicho año, y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el importe medio de las hipotecas inscritas en los registros de la propiedad fue de 141.445 euros (un 5% más que en 2016). Ese porcentaje es del 6,3% si nos referimos a las hipotecas sobre viviendas, que alcanzó un importe medio de 116.709 euros. ¿Su número? 310.096, un 9,7% por encima de las cifras de un año antes.

¿Qué va a pasar en este 2018? ¿Seguirán las aguas mansas o habrá galerna? Para empezar, sobre la mesa está una nueva regulación: el proyecto de ley de Crédito Inmobiliario. Y la guinda puede ser la subida del euribor, con el consiguiente encarecimiento de las cuotas mensuales. Por desgracia, uno de cada tres hipotecados no sabe cómo le afectaría una hipotética subida.

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Fue en enero de 1999 cuando comenzó a utilizarse este índice hipotecario, y lo hizo al 3,062. Su punto álgido fue en septiembre de 2008, en pleno boom inmobiliario, cuando se situó en el 5,384. A partir de entonces comenzó una fuerte caída, con algún que otro ligero repunte, para situarse en el -0,189 en enero de 2018.

“La nueva ley hipotecaria podría restringir el acceso a la financiación por las medidas de protección a los consumidores y las nuevas trabas a la banca a la hora de afrontar impagos y tener que provisionar mayor cantidad de préstamo, teniendo que esperar entre nueve y doce meses para reclamaciones judiciales”, resalta Gastón Apraiz, director de Inverpriban.

Cambios en las hipotecas

En la primera mitad de 2018 está previsto que se apruebe la nueva Ley Hipotecaria, aprobada en noviembre de 2017, y en fase parlamentaria en la actualidad. ¿Cómo va a ‘revolucionar’ el sistema actual?

Para empezar, hasta ahora eran tres las letras impagadas que empezaban a mover la maquinaria de los bancos. La nueva ley estira ese plazo hasta los nueves meses en la primera mitad del crédito, o el 2% de impago del total del préstamo. En la segunda mitad, hablamos de 12 meses o un 4% del capital. ¿Qué supondrá? A primera vista, un respiro para los consumidores. “Podría terminar acarreando fomentar el no pagar y la consecuencia del aumento de la morosidad en los balances de las entidades financieras”, señala Gastón Apraiz.

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También, en la nueva legislación, apuesta por las hipotecas a tipos fijos reduciendo, de esta manera, las comisiones. Eso sí, sólo para aquellas firmadas después de la aprobación de la ley. “En el corto plazo podría incrementar el coste de financiación ya que las entidades, al no poder realizar venta cruzada, se verían obligadas a subir tipos”, matiza el director de Inverpriban.

¿Podrán darse casos como las cláusulas suelo? Con el fin de que no suceda, el usuario podrá adherirse a un contrato básico que, en una semana, la entidad financiera deberá remitirle. En el mismo, podría incluirse una predicción de cuánto va a pagar en función de cómo evolucionen los tipos de interés. Además, este trámite será gratuito.

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Con el fin del defender al consumidor, otro punto relevante hace mención a que, aquél empleado que ofrezca la hipoteca, debe saber de qué está hablando y analizar la solvencia de la persona a quien se la ofrece. Y prohíbe a las entidades financieras las gratificaciones según el número de hipotecas concedidas.

Por último, también prohíbe la venta de los conocidos como packs, es decir, la hipoteca unida a un seguro del hogar, de vida, etc. Eso sí, con una excepción: que lo autorice el Banco de España o se demuestre que son beneficiosos para quien contrata la hipoteca. Lo que sí estarán permitidas son las ventas combinadas. “Algunos bancos comienzan incluso a financiar más del 80% del valor de la propiedad, olvidando los males del pasado, e impulsados por la necesidad de aumentar sus beneficios a base de comisiones”, advierte Gastón Apraiz.