En su treinta aniversario nos preguntamos: ¿dónde quedó el Citroen AX?

Citroën en España celebra hoy el treinta aniversario del AX, un automóvil compacto que aprovechaba la plataforma del Peugeot 106 y que continuaba en el fabricante galo la historia de coches tan míticos como el Citroën LNA (Talbot/Simca Samba, Peugeot 104…) dentro del relativamente reciente segmento de micro-coches europeos. Pero no era a esos en los que Citroën tenía su punto de mira, sino al Citroën Visa, el cual para los ejecutivos franceses ya había cumplido de sobra sus expectativas con la producción de más de 2.400.000 unidades. Aún así, el Visa seguiría perviviendo en su variante comercial, la conocidísima Citroën C15.

El AX extiende -en cuanto a ingeniería se refiere- sus raíces en el concept-car Citroën ECO 2000, presentado con ocasión del Salón de París de 1984. Este vehículo era fruto de una intensa investigación tanto en diseño como en mecánica, que partía del año 1979 cuando la preocupación tras la crisis del petróleo de ese año (que encareció el barril un 270%) llevó a estudiar un vehículo pequeño, con poco mantenimiento, bajo consumo y unas prestaciones notables. De manera que los esfuerzos se centraron en dos campos: reducir el peso, y mejorar la aerodinámica, además de, obviamente, una mejora en el rendimiento de los propulsores.

Citroen AX 30 años

Dos años después de aquel 1984, en el Salón del Automóvil de París de 1986, vio la luz la versión definitiva y comercial del AX. Sus bondades eran una aerodinámica líder en su clase, con un Cx (coeficiente de penetración en el aire) de 0,31, y pesos asombrosamente ligeros (que romperían también esquemas), con cifras que rondaban sorprendentemente los 600 kilos (entre 640 y 695 kg).

Curiosamente a finales de los años ochenta Citroën se encontró también en la tesitura de tener que poner fin a la vida útil del legendario 2CV, de manera que, de buenas a primeras, el AX se encontró con que debía cubrir el hueco de varios «pesos pesados» (en importancia) del fabricante del doble chevrón: el LNA, el Visa, y ahora el 2CV.

Tras su lanzamiento, Citroën se encontró con que el AX debería sustituir también al mítico 2CV

En el Citroën AX el Grupo PSA estrenó las mecánicas de gasolina de las series TU (4 cilindros en línea, correa de distribución en lugar de cadena…), y eliminó la costosa y compleja suspensión hidráulica, tan conocida en la marca. Por contra, y a pesar de esos motores (más eficientes y livianos, pero menos robustos), y de ese nuevo capítulo en la historia, con suspensión metálica convencional, el AX ofrecía un espacio interior muy bien aprovechado, un maletero de 273 litros de capacidad, y unos costes de mantenimiento muy bajos.

Curiosamente, el AX serviría de plataforma de experimentación para modelos eléctricos, incluso llegó a comercializarse en Francia una versión eléctrica en 1993, con baterías de níquel-cadmio.

Por supuesto, el AX empezó a cosechar éxitos rápidamente, y entre los años 1986 y 1998 (periodo de su fabricación) se produjeron 2.425.138 unidades, de ellas, 812.951 fueron fabricadas en la planta que la compañía multinacional posee en Vigo (España). En la Península la cuota de mercado fue del 5,2% en 1986, llegando al 7,6% en 1988. Incluso llegó a ser «Coche del Año» en 1988. Para Citroën, esto fue el preámbulo que les permitió luego liderar matriculaciones durante varios años en la década del 2000.

Citroen AX 30 años

El AX y el deporte
Solo un año después de su lanzamiento, llegó a los concesionarios el modelo AX Sport, con una mecánica más racing gracias a su motor de 95 CV y a su baja relación peso/potencia (pesaba tan sólo 720 kg), lo que le permitía alcanzar los 186 km/h de velocidad punta. Fue un modelo básico para rallies, en donde participó en numerosos campeonatos.

Esa capacidad del AX de aunar prestaciones, economía y fiabilidad mecánica le llevaron a ser protagonista en la llamada Operación Dragón, en 1988. Esa Operación consistió en cruzar tierras chinas durante un recorrido de 4.500 kilómetros, una aventura que emprendieron 140 jóvenes de varios países europeos a bordo de distintos Citroën AX, todos ellos de color rojo. La ruta cruzaba pueblos hasta entonces prohibidos a occidentales, y unió la ciudad de Shenzhen con Pekín.

Citroen AX 30 años