Las tiendas de los aeropuertos, unos privilegiados que ampara Aena

Los locales comerciales ubicados en los aeropuertos españoles que se encuentran cerrados como consecuencia del Estado de alarma por la pandemia del coronavirus, no pagarán el alquiler de su negocio hasta que cese el periodo de confinamiento.

De este modo, el gestor aeroportuario Aena cumple con la medida anunciada por el titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, que eximía del pago de la cuota del alquiler a aquellas compañías que han tenido que suspender su actividad en estas estaciones por motivo del decreto de alarma. Lo mismo ocurre con Adif en las estaciones de tren, cuyos negocios que no tengan actividad durante el Estado de alarma estarán exentos de pagar la cuota de arrendamiento.

A diferencia del resto del sector, estas empresas ubicadas en los aeropuertos podrán respirar más aliviados esquivando este gasto fijo que, sin esta medida extraordinaria anunciada por Ábalos, deberían pagar, aunque no tengan ingresos.

LOCALES ABIERTOS EN BARAJAS

En declaraciones a MERCA2, desde Aena explican que se ha producido una “reorganización” en el aeropuerto y hay actividades que no van a estar operativas. En concreto, el gestor aeroportuario ha concentrado toda su operativa del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en la terminal T4, independientemente de la compañía aérea de la que se trate.

Este traslado forma parte de un proceso general de reorganización en su red de aeropuertos, para lograr una gestión más eficiente y garantizar que las operaciones puedan recuperarse de la misma forma que lo haga la demanda cuando ésta repunte.

Según Aena, pese a que solo permanece abierto al tráfico aéreo la Terminal T4, hay personal trabajando en el resto de terminales, por lo que continúan abiertos ciertos establecimientos. En concreto, el estanco en la Terminal T1, así como la farmacia de la T1 y T2.

En cuanto a la Terminal T4, en la zona pública se mantienen abiertos la farmacia, una tienda de alimentación, una tienda de prensa y conveniencia, así como las máquinas de vending y los cajeros automáticos. Mientras que, en la zona de embarque, dan servicio dos puntos de restauración, una tienda de alimentación, la farmacia y dos locales de prensa y conveniencia. Además de las máquinas de vending y los cajeros automáticos.

POLÉMICA CON TECNIBERIA

Por otro lado, el Estado de alarma y las decisiones de Aena sobre algunos proyectos generan polémica. La asociación española de empresas de ingeniería, consultoría y servicios tecnológicos, Tecniberia, ha mandado un comunicado al gestor aeroportuario quejándose de que está suspendiendo contratos de ingeniería que se podrían realizar mediante teletrabajo.

En declaraciones a este medio, Aena asegura que “ante la situación excepcional que ha provocado el desplome aéreo, estamos racionalizando los servicios y proyectos adaptándolos al nivel de actividad que tenemos actualmente”.

Y explican que irán retomando proyectos según se recupere la demanda. Desde AENA apuestan por pactos de mutuo acuerdo pero, advierten de que, en caso de que no se logre alcanzar un entendimiento, “se aplicará la suspensión parcial, o total, unilateralmente del marco legal que se deriva del Estado de alarma y su desarrollo normativo”.

EMPRESARIOS EN ‘PIE DE GUERRA’

Volviendo al pago del alquiler en los locales comerciales afectados por el Estado de alarma, la medida del titular de Transportes no ampara al resto de comerciantes y empresarios.

De hecho, se sienten «abandonados» y ya se están produciendo los primeros impagos por parte de grandes marcas, como es el Grupo Alsea (dueño de franquicias como Vips, Gino’s o Starbucks), que ha decidido unilateralmente no abonar la cuota de sus alquileres hasta que puedan abrir sus negocios.

Lo mismo están gestando en Amicca, una asociación de comerciantes que reúne empresas de la talla de Adolfo Domínguez, Mango, Swarovski, Jack & Jones o Prenatal.

Algunos medios apuntan a que llevan varios días interactuando a través de un grupo de Whatsapp, y podrían anunciar en los próximos días su intención de no abonar más cuotas de su arrendamiento hasta que el Estado de alarma les permita abrir sus negocios.