La tecnología de rayos X podría acelerar la búsqueda del oro oculto

Una revolucionaria tecnología de rayos X que puede detectar y analizar oro oculto está funcionando en Australia, el segundo mayor productor de oro del mundo, y ya existen planes para introducir este método en África.

La nueva tecnología, desarrollada por la agencia nacional de ciencia de Australia, usa rayos X de alta potencia para impactar muestras de roca y activar átomos de oro y otros metales. Un detector altamente sensible recoge características únicas para determinar sus concentraciones.

El sistema está operativo en la instalación MinAnalytical de Ausdrill Ltd. en Perth, y se está previsto que se establezcan dos más en los yacimientos auríferos de Kalgoorlie en los próximos meses, según declaró la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO, por sus siglas en inglés) en un comunicado el jueves. Ausdrill tiene planes de introducir esta tecnología en África a largo plazo.

La adopción de la tecnología no podría llegar en un mejor momento. El Consejo Mundial de Oro ha estimado que la oferta mundial podría haber alcanzado su punto máximo, mientras que Frank Holmes, responsable ejecutivo de US Global Investors Inc., dijo el mes pasado que la oferta minera alcanzó un máximo en 2017 o lo hará este año.

«Hemos visto la introducción de maquinaria autónoma en las minas, la adopción de la tecnología de clasificación de mineral en el procesamiento de minerales, y ahora la tecnología de rayos X para avanzar en la cadena», dijo Gavin Wendt, analista sénior de MineLife Pty. «Los descubrimientos de oro significativos son mucho más difíciles de identificar, por lo que un proceso que pueda mejorar drásticamente la exploración será bienvenido».

El sistema de prueba de fotones analizará al menos 50.000 muestras al mes, a un coste similar a los métodos convencionales, y también se puede aplicar a otros minerales, como la plata y el cobre, según el comunicado de CSIRO. Es una alternativa más rápida, más segura y más ecológica, señaló la organización.

Ranjeetha Pakiam para Bloomberg