El taxi al límite: prevé una caída de recaudación del 64% en 2020

El Estado de alarma y la restricción de movilidad han supuesto la debacle para el sector del taxi, que ha visto cómo su volumen de trabajo se ha reducido de forma análoga al descenso del tráfico, descendiendo la recaudación media en un 84,35% durante estas semanas de confinamiento.

Además, las previsiones de los primeros meses ‘post covid-19’ no son nada halagüeñas, y hacen presagiar que el 2020 va a ser un año duro para este sector, ya que se prevé una reactivación escalonada de la hostelería y el turismo. Pero hay que sumar el varapalo de la caída del ocio nocturno como discotecas, pubs y salas de conciertos, entre otros, que es un gran nicho de mercado para el taxista.

La reducción casi total de los servicios de transporte de viajeros en taxi ha generado la alarma entre los conductores, que han insistido en varios comunicados remitidos al Gobierno para que les ayuden con los gastos corrientes que deben afrontar con un ingreso casi nulo.

En declaraciones a MERCA2, el secretario técnico de la Federación Española del Taxi (FEDETAXI), Emilio Domínguez del Valle, asegura que la previsión para el primer semestre es de una caída de la recaudación de entre un 72% y un 76%, mientras que para el conjunto del año esta caída alcanza entre el 61% y el 64%. “Una ruina total”, critica.

ESCENARIO SOMBRÍO

Para Fedetaxi, los datos internacionales “anticipan una hecatombe económica, y se puede vislumbrar un escenario socio-económico sombrío en general, y muy preocupante respecto a la recuperación de la demanda del servicio de taxi, en particular”.

De hecho, los datos oficiales de movilidad urbana desde que se estableció el Estado de alarma reflejan una fuerte caída del 80% en los desplazamientos en días laborables, alcanzando el 90% durante los fines de semana.

Además, hay que tener en cuenta que los meses de enero y febrero de 2020 fueron de baja recaudación. Lo que dificulta aún más la capacidad de los taxistas para afrontar los gastos fijos mensuales a los que se tienen que enfrentar.

Por otro lado, desde Fedetaxi, plantean dos posibles escenarios de pérdidas. En el primero de ellos, si la reapertura de las actividades económicas se aplaza hasta junio, las previsiones de pérdidas se situarían aproximadamente en el 72%.

Sin embargo, si la reactivación del tejido empresarial se retrasa hasta julio, las pérdidas ascenderían al 76%, respecto al mismo periodo de 2019.

En cuanto a una valoración de 2020, las proyecciones de servicio en los meses que restan hasta la finalización del año, “tampoco son halagüeñas, de modo que se mantendrían los números rojos en el sector”, alerta. Y añade que hay que distinguir dos variables:  el volumen de posibles viajeros y la frecuencia de uso.

DEPENDENCIA DEL TAXI

Emilio Domínguez del Valle lamenta que “ante las previsiones de reducción de tráfico en focos de demanda como aeropuertos, puertos y estaciones de tren o autobuses, hoteles y otros puntos clave, junto a un desplome del turismo nacional e internacional, las consecuencias son catastróficas para el taxi español”.

De hecho, señala que el sector del taxi es muy dependiente de la demanda por parte del turismo, mensurable en torno al 30% de la recaudación en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga, y otras menores de gran atracción turística, según datos de las principales emisoras de taxistas.

Asimismo, lamenta que “la más que probable cancelación de toda clase de eventos como festivales y conciertos, fiestas populares, congresos y pruebas deportivas durante esos meses, supondrá también severas pérdidas económicas para el servicio de taxi”.

Por otro lado, la promoción del teletrabajo, principalmente en grandes compañías que son clientes abonados habituales de las emisoras y plataformas digitales de taxistas, “supondrá también unas pérdidas que pueden ser dramáticas”, afirma.

Sin embargo, el sector del taxi celebra que las previsiones apuntan a que se efectuará una mayor frecuencia de uso del servicio, por un transvase de viajeros del transporte público urbano colectivo al taxi, creciendo el número de potenciales usuarios del taxi, por miedo a un posible contagio del covid-19.

«No estimamos que suponga un incremento de facturación mayor del 8% al 12%, debido tanto al factor precio, e incluso disponibilidad, que retrae al viajero habitual de autobús y metro», concluye el secretario técnico de Fedetaxi.