Tambores de guerra en Covirán: acusaciones de autoritarismo

Bajan las aguas revueltas en Covirán. Si hace unos días la plataforma ‘Nos duele Covirán’, que aglutina a unos 300 socios, exigía la convocatoria de una asamblea extraordinaria para elegir una nueva dirección, ésta se ha revuelto. Y, como coloquialmente se dice, los va a poner de patitas en la calle.

Por este motivo, los considerados líderes de la plataforma, Rubén Navarro y Jesús Muñoz, han presentado una demanda por vulneración de sus derechos fundamentales como socios de la cooperativa granadina. Según ellos, lo que pretende la dirección, a los mandos de Patrocinio Contreras, es “intimidar a los cooperativistas y cercenar su participación”.

De llevarse a cabo esta expulsión, no sólo estarían en juego las tiendas de los socios, sino que se producirían más de un centenar de despidos en sus tiendas. El origen de la plataforma está en lo que sus componentes denunciaron como irregularidades contables. La junta directiva, en un primer momento, respondió diciendo que la empresa estaba perfectamente auditada y que emprendería acciones legales.

“Creemos que Covirán ha optado por perseguir la libertad de expresión y el derecho de reunión, un ejemplo más de su gestión autoritaria y despótica, que es lo que nos llevó a abandonar la junta directiva y lo que hemos tratado de evidenciar con nuestra plataforma y acciones informativas”, han dicho Navarro y Muñoz.

Los ‘rebeldes’ acusan a la dirección, que los quiere expulsar, de perseguir la libertad de expresión

Ambos socios han puesto en marcha los trámites para presentan una demanda “de medidas cautelarísimas por vulneración de sus derechos fundamentales como socios de la cooperativa”.  Exigían una asamblea extraordinaria por “una mala praxis sistémica aderezada por el amiguismo e intereses serviles”.

AGUAS TURBIAS EN COVIRÁN

La situación que vive Covirán no viene de un día para otro. El pasado año, la enseña radicada en Granada y que se define por ser una de las más presentes en la España vaciada, vivió su particular annus horribilis.

Porque, ni más ni menos, fueron tres presidentes y cinco directores generales lo que fueron pasado por la cúpula. Todo empezó en febrero de 2019, cuando el entonces presidente y consejero delegado de la compañía, Luis Osuna, dejaba la compañía. Tanto Jesús Muñoz como Rubén Navarro, ambos miembros del consejero rector, presentaron su dimisión.

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A Luis Osuna le sustituyó otro hombre de la casa, Antonio Robles. A su vez, éste fue relevado del cargo en junio, por la actual presidenta, Patrocinio Contreras. En el camino también se quedó Rafael Cortés, director general, sustituido por Daniel Gómez Maroto. A los tres meses también dimitió. A falta de saber las cuentas de 2019 de Covirán, que es posible que con estos tambores de guerra se retrasen al igual que el pasado año, en 2018 la enseña vio aumentar su cifra de negocio un 5,6%. Las ventas fueron de 1.372 millones de euros.