Finaliza el último ‘Tierra de Nadie’ con varios escarmientos a Avilés

Carlos Sobera se despidió este martes de Supervivientes 2020 con la emisión del último Tierra de Nadie, en el que los supervivientes, pese a estar ya en España, no se dejaron ver por plató. Uno de los mejores momentos del programa fue el que protagonizó José Antonio Avilés, al conectar en directo con Telecinco y, tras volver a mostrarse arrepentido de sus errores pasados, llevarse un escarmiento del presentador.

Avilés explicó que Supervivientes le ha servido para separarse de personas tóxicas que había en su vida: “Te desintoxicas de gente de tu entorno que puede ser tóxica pero te tiras un tiempo que no la ves», explicó el que se hacía pasar por periodista. Sin embargo, Sobera le remató con la siguiente respuesta: “Tú te has desintoxicado un poco a base de intoxicar a los demás”, dijo, entre los aplausos de los colaboradores.

Tras esto, José Antonio intentó volver a explicarse, reincidiendo en que su paso por la isla le ha ayudado «a cambiar físicamente y a despejar mi mente para poder empezar una vida de cero”. Pero no quedó ahí la cosa, ya que el programa tuvo que desmentir otra de las ‘noticias falsas’ emitidas por el exconcursante. Tal y como explicó Sobera, Avilés ha ido diciendo que Ivana se acostó con un miembro del equipo de ‘Supervivientes’. «Nos consta que lo que estás diciendo es falso», dijo el presentador.

EL EXTRAÑO GESTO DE AVILÉS

Pero además, un tuitero ha difundido un vídeo con un segmento de la entrevista de Sobera a Avilés, pidiendo a los usuarios que se fijen en algo que podría haber pasado desapercibido. «Fijarse en la mano de avilés y la mirada hacia su madre o su padre diciendo fuera de aquí. A saber cómo trata este sinvergüenza a los padres«, escribe.

En el vídeo, se puede apreciar cómo la expresión facial de Avilés cambia en varios momentos, en los que deja de mirar a cámara y parece mirar a alguien que se encontraba en la misma habitación que él. Ya hay respuestas al tuit en las que los espectadores achacan que Avilés es «más falso que una moneda de dos caras». «Da miedo», aseguran.