¿Sirven de algo las multas en cuestión de competencia?

Las multas no son iguales para todos. Hay ocasiones en las que se imponen elevadas sanciones económicas, pero las cuales esconden una letra pequeña. Cientos de millones de euros a una empresa por violar cuestiones de competencia parece una cuantía importante comparada con las que tiene que pagar una persona de a pie. Ahora bien, teniendo en cuenta los ingresos de las compañías estas cifras son calderilla.

La semana pasada se dio a conocer la sanción económica de 110 millones de euros que la Unión Europa impuso a Facebook por proporcionar información “incorrecta o engañosa” durante la investigación que abrió cuando adquirió WhatsApp en 2014. A simple vista parece una elevada cuantía de dinero. Sin embargo, sólo supone un 0,4% de los ingresos que la compañía de Mark Zuckerberg obtuvo en 2016.

Algunos considerarán la cifra elevada, otros no. El abogado del Departamento Mercantil de Roca Abogados, Alberto González, prefiere no entrar en polémicas sobre si la cuantía es suficiente o no, pero sí explica que “estas multas se imponen para evitar que haya vulneraciones a la libre competencia y tanto en España como en la Unión Europea aplican porcentajes sobre volumen de negocio”.

Y es que la Unión Europea puede poner multas de hasta un 1% de los ingresos agregados de la compañía por este tipo de cuestiones. Pero la cosa no termina ahí, si la sanción puede ser hasta dicho porcentaje, la cuantía de los 110 millones supone menos de la mitad del máximo de 250 que podría imponer el organismo europeo.

La multa de 110 millones a Facebook supone un 0,4% de sus ingresos

Para Alberto la Comisión Europea “ha tirado por lo bajo” porque “a cualquier compañía con un margen de ingresos/gastos más ajustados podría afectarle seriamente”, pero no a Facebook. Aún así, afirma que esta es “la sanción más elevada impuesta en materia de fusiones”.

Para mostrar una vez más la calderilla de esta multa, es como si a un mileurista le imponen una sanción de cuatro euros, un caso que difícilmente se puede dar en el mundo real. Sanciones como esta demuestran que la justicia no siempre es la misma para todos. Aun así, Facebook no ha sido la única compañía que se ha visto sancionada con pequeñas cantidades de dinero.

Apple no pagó impuestos

Apple también ha salido airado de cuestiones similares. El pasado año Bruselas ordenó a Irlanda que impusiese una multa a la multinacional estadounidense por no haber pagado impuestos en dicho país entre 2003 y 2014. Según Bruselas, Irlanda concedió a la compañía ventajas fiscales que son ilegales y las cuales le permitieron pagar menos impuestos que otras empresas.

La investigación llevada a cabo por la Comisión concluyó que Irlanda había otorgado ventajas fiscales ilegales a Apple.  Y es que la multinacional estadounidense sólo aplicó un tipo efectivo del Impuesto sobre Sociedades – que en Dublín es del 12,5% – del 1% en 2003 y el cual se redujo al 0,005% en 2014 sobre los beneficios de Apple Sales Internacional.

Por no pagar impuestos, Apple abonó una multa del 6,02% de sus ingresos, 60 euros para un mileurista

El primero de estos pactos se produjo en 1991 y en segundo en 2007. La jugada fue beneficiosa para Apple porque los 13.000 millones de euros que tendría que pagar suponían un 6,02% de los ingresos anuales que la compañía obtuvo en 2016. Es decir, lo que para un mileurista son 60,2 euros.

Máximos de 10% se quedan en mitad

Las empresas más afectadas por este tipo de multas son las grandes compañías tecnológicas. Google y Microsoft también han recibido notificaciones de este tipo y el consecuente desembolso económico que, por no variar, ha sido muy por debajo del máximo que se podía imponer.

Microsoft acumula varias multas desde 2004, alcanzando un valor de 2.200 millones de euros. La última ha sido en 2013, cuando la Comisión Europea sancionó a la compañía con 561 millones de euros por haber incumplido un acuerdo y no permitir a sus usuarios escoger un navegador distinto al Explorer entre 2011 y 2012. Ahora bien, nuevamente esta cifra está muy por debajo del máximo que podría ser la sanción.

La legislación europea establece un máximo del 10% de los ingresos por delitos de posición dominante. Ahora bien, compañía dirigida por Bill Gates sólo pagó un 0,72% de los 7.780 millones de euros máximos que alcanzaría la sanción.

En la mayoría de los casos las multas no llegan a la mitad del máximo

El mismo ejemplo lo encontramos en Google ya que también podría haber pagado multas de hasta un 10% de sus ingresos. Como en los casos anteriores, la sanción no llega ni a la mitad del tope. En caso de llegar a puerto, tendría que pagar 3.000 millones de euros, un 3,54% del máximo de 8.460 millones de euros.

Y es que aunque sean cifras elevadas, son calderilla comparado con los ingresos que tienen esas empresas. Es como si a un español lo multan con cuatro euros por no pagar impuestos durante más de 20 años, es un caso que difícilmente se pueda dar en el mundo real. Los organismos establecen un máximo por ciento de sanción para estas cuestiones y, aun siendo poco, en la mayoría de los casos no llega ni a la mitad de ese tope.