La mítica frase de “tienes menos sexo que un casado” es totalmente verídica. Antes del matrimonio no tienes las mismas preocupaciones, ni el estrés, ni las obligaciones y todo es bonito e idílico.
Las personas entre 20 y 30 años que antes del matrimonio tenían sexo unas cuatro veces a la semana, han pasado a tenerlo una. Y con suerte. Tanto hombres como mujeres se quejan de que el sexo tras el altar suele decaer de forma deprimente. Esto es debido a muchos factores que afectan a la convivencia en pareja, no es necesario estar casado legalmente para que una firma te diga que formas parte de una familia.
También es cierto que las personas que antes no tenían sexo y se casan, este se incrementa. Así que no está todo perdido. Con esto no quiero decirte que no te cases y que vivas una soltería perenne si no es tu idea. Hay estudios que demuestran que los hombres que están casados viven más tiempo, cobran más dinero y tienen mejor sexo que los solteros.
Puedes llegar a sentirte mal con tu pareja al ver que el sexo ya no es lo que era, pero puedes pararte a analizarlo e intentar remediarlo. Te diré los motivos más comunes por los que el sexo en el matrimonio deja de existir.
Cansado
Si cuando estás cansado o agotado prefieres dormir a comer, imagina en qué lugar deja eso al sexo. Sin embargo, no te das cuenta de otras muchas cosas para las que sí sacas tiempo y que no te supondrán los mismos beneficios que tener sexo con tu pareja.
Hoy en día las tecnologías tienen una opción para comprobar el tiempo diario que pasas en las redes sociales. Puede ser que si compruebas el que tú pierdes en eso te eches las manos a la cabeza.
Una buena forma de no perder el sexo en la pareja es que os sentéis y os pongáis unos días para ello. No se trata de «es la hora, tengo que querer sexo por narices», es más bien un acuerdo entre los dos de prometer dedicaros más tiempo el uno al otro.
Se fue la pasión
El costumbrismo, el cansancio del punto anterior y el exceso de obligaciones hacen que el sexo sea algo casi efímero.
En las parejas que deciden casarse o irse a vivir juntas la pasión es algo que con el tiempo se va agotando. Tienes que tener claro en este punto dos cosas: Si quieres que esto se solucione, o si quieres tirar la toalla y volverte un monje tibetano el resto de tus días.
Si quieres arreglarlo pon medios. Intenta retomar viejas costumbres. Una buena forma es hacer que cada uno sorprenda al otro una vez por semana e ir alternando. No sabes cuándo será ni cómo, pero la espera y la incertidumbre pueden llegar a reavivar la llama perdida.
Los hijos
La paternidad es algo precioso y seguro que no la cambiarías por nada en este mundo, pero no olvides que el día de mañana, cuando tus pollitos vuelen, te quedarás en el nido con tu pareja y será con él con quien pasarás el resto de tus días.
Es complicado sacar tiempo para tener sexo o ganas cuando eres padre y llegas exhausto a la cama. Cuando no puedes hacer ruido porque temes que entren en medio del coito y te pillen in fraganti, pero tan solo es difícil, no imposible. Así que solo tienes que echarle un poco de imaginación para seguir con esas sesiones íntimas para «mayores de 18».
Intenta tener un momento a la semana para vosotros, no eres peor padre o madre por hacer eso. Alguna vez tienes que tener tu momento de locura, de andar desnudo por la casa y de gemir hasta que el vecino aporree las paredes.
No te apetece
La falta de ganas de sexo es algo más común de lo que piensas. La anorexia sexual es una enfermedad que muchos matrimonios padecen y que pueden terminar con la pareja.
El problema de tener esta inapetencia sexual es que además de prescindir del sexo también evitar las muestras de cariño para con tu pareja. Es cuando el otro se siente solo, abandonado y tanto su moral como su autoestima se van por el retrete.
Si no quieres que otra persona ocupe tu lugar y que tu pareja se enamore del primero que aparezca y le diga algo bonito ve al médico y que os ayude a superar esta crisis.
¿Tienes suficiente sexo?
Hay momentos en los que te puedes parar a preguntar si tienes suficiente sexo o no. Pero eso es algo muy relativo, para cada persona hay unas cifras u otras.
Hay estadísticas que dicen que un poco más del 70% de los hombres tienen sexo una vez a la semana y en el caso de las mujeres poco más del 65% son las que lo tienen.
Tan solo el 25% de la población tiene sexo de tres a cuatro veces al día y un pequeñísimo casi 4% lo hacen a diario.
Viendo estas cifras puede suponer que si tienes sexo una vez a la semana estás dentro de la normalidad del matrimonio. No llores.
Tienes que tener en cuenta que para tener sexo hacen falta dos y si tu pareja no quiere tenerlo puedes intentar excitarla un poco, pero si es no es NO.
Problemas
Si consideras que después de analizar los puntos anteriores lo vuestro no tiene remedio, puedes optar por recurrir a un terapeuta que os ayude. La falta de ganas de sexo pueden deberse a otros problemas que la enmascaran y que pueden ser graves a nivel de salud mental.
El estrés, los agobios, la falta de dinero, la falta de tiempo para ti, el exceso de trabajo, tener una baja autoestima o no tener relaciones sexuales satisfactorias acaban con el sexo en la pareja. Y eso después se echa mucho de menos.
Tienes que ser paciente, hablar sobre tus necesidades e inquietudes y entre los dos buscar una forma para que el sexo vuelva a formar parte de tu vocabulario. Ánimo.
