La razón por la que no verás a Santiago Segura en ‘La Resistencia’

Santiago Segura está protagonizando su enésima pirueta vital y ha dejado de buscar al público más gamberro para hacerse querer en el público más familiar. Este madrileño, de Carabanchel de toda la vida, entró por el ventantal del mundo del entretenimiento y ahora ha dejado de ser un erizo para convertirse en un tierno gatito. 

El cineasta ha protagonizado una de las sorpresas del año en el mundo del séptimo arte con ‘Padre no hay más de uno’, que tras tres meses en el cartel es la peli española más vista de 2019 al haber superado con amplitud los dos millones de espectadores y los doce millones de euros de recaudación.

SANTIAGO SEGURA: ACCIÓN MUTANTE

Santiago Segura no lo tuvo fácil para entrar en el mundo del cine y en la adolescencia rodó cortometrajes marginales, escribió relatos para revistas porno, dobló cine X e hizo el ridículo en varios concursos televisivos para financiarse su afición. 

Pero el hobby se convirtió poco a poco en profesión gracias al cortometraje ‘Relatos de la medianoche’, que consiguió un premio en un festival de Valencia gracias a Fernando Trueba, o a la trilogía ‘Evilio’, vagabundo pervertido y asesino con gusto por lo desagradable.

Segura
Segura en ‘El Hormiguero’.

Aquella era la época en la que Segura perseguía a los académicos para que premiasen uno de sus cortos, lo logró, o para que le diesen pequeños cameos en películas de Álex de la Iglesia, que lo mimó con condescendencia en sus inicios. 

TORRENTE

‘El día de la bestia’ lo situó en un estadio superior al del frikismo cinematográfico, pero fue su propia película, ‘Torrente, el brazo tonto de la ley’, la que le hizo relevante y posteriormente rico. La obsesión de Segura por el dinero es vox pópuli, por lo cual exprimió el personaje con una saga que fue de más a menos. 

El cineasta logró crear un personaje, Torrente, que se hizo con la chavalada gracias a sus ocurrencias racistas, machistas y homófobas. Pero en su opera prima había consistencia y sobre todo había acierto promocional: el cine español se promocionaba en La 2 y él se colaba en los platós de Pepe Navarro o Xavier Sardà para pelearse con el Padre Apeles o para someterse a un reto de adelgazamiento. 

LA SAGA CONTINÚA

‘Torrente, el brazo tonto de la ley’ apostó por el costumbrismo feísta, ‘Torrente 2, Misión en Marbella’ por el lujo en el súmmum de Gil y Gil, ‘Torrente 3, El Protector’ se pasó de acción, ‘Torrente 4, Letal Crisis’ fue una colección de cameos con Kiko Rivera y Belén Esteban en el reparto, y ‘Torrente 5, Operación Eurovegas’ intentó exprimir sin suerte las tensiones territoriales que había exprimido ‘Ocho apellidos…’. 

Segura, consciente de que Torrente se había secado, mutó en televisión: ya no acudía a las teles para dar la nota. Ahora mostraba una competitividad enfermiza en concursos como ‘Tu cara me suena’ o ‘MasterChef’.

Y para rentabiliar su nuevo papel televisivo ha dirigido películas como ‘Sin rodeos’, feminismo de salón que no logró sus objetivos económicos; y ‘Padre no hay más de uno’, una adaptación de una película latinoamericana como la anterior.

HUMOR

Santiago Segura apostó por el humor negro para conseguir relevancia: Torrente le tiraba a un negro una chuleta, trataba a todas las mujeres atractivas como prostitutas, hacía apología de las drogas y aplaudía al franquismo. Y consiguió un tirón tan grande que Carlos Moyá, Fernando Torres o Iker Casillas se prestaron a hacer cameos en sus películas. Segura estaba de moda.

Pero al cineasta, ahora subido al dólar, le ha dejado de hacer gracia ese tipo de humor e incluso ha demostrado tener una piel demasiado fina. Es por ello que se enfadó mucho cuando ‘La Resistencia’ lo incluyó en la célebre y extinta sección «¿Quién prefieres que se muera?». 

DINERO, DINERO

Santiago Segura se ha convertido en uno de los hombres más ricos del cine español. Y ese era su sueño desde sus inicios. En 1998, en una entrevista concedida a El Mundo, dejaba en fuera de juego a su entrevistador.

«Pretendo llegar a la máxima cantidad de gente posible, y eso no es un deseo innoble. Nunca me he empeñado en ser outsider, marginal, rebelde y cutre. Lo soy porque no me queda más remedio. Para qué nos vamos a engañar: yo quiero que me absorba el establishment, y tener éxito, y estar rodeado de señoras estupendas y vivir en un duplex en la torre de Madrid«, explicó.

Segura
Santiago Segura y José Mota durante la presentación de ‘Hoy no, mañana’. Foto: RTVE.

Segura no tiraba de romanticismo: «Mire, esto me recuerda al discurso sobre los poetas malditos, que cuando sufren por una mujer acentúan su creatividad. Bueno, pues no estoy de acuerdo. Yo pienso que lo que de verdad desea el poeta es dejarse de lamentos y conseguir a la amada».

Y sacaba la bola para ver el futuro: «Dentro de diez años a lo mejor me he convertido en un director de películas de amor y lujo». Han pasado veinte y comedias ligeras sin pajillas y muy palomiteras llenan los cines y los bolsillos del cineasta, que, eso sí, ha sido uno de los pocos valientes del gremio en solidarizarse con Willy Toledo por el veto ideológico que sufre.