Las ‘black’ tumban a Rodrigo Rato: a la cárcel y sin escapatoria

Había pocas expectativas para los que trincaron con las tarjetas black en Caja Madrid y Bankia. Era de esperar una condena ejemplarizante por la utilización de estos plásticos opacos para fines personales durante muchos años. Finalmente hay sentencia en firme, y Rodrigo Rato dará buena cuenta de ella.

En concreto, el Tribunal Supremo ha confirmado la condena a cuatro años y medio de prisión del expresidente de Caja Madrid y Bankia, y las de 63 exdirectivos y exconsejeros de la entidad financiera, cuyas penas oscilan entre cuatros meses y cuatro años y medio de cárcel, por un delito continuado de apropiación indebida por el uso fraudulento de las conocidas como tarjetas ‘black’.

Este solo es uno de los frentes abiertos que tiene el vicepresidente económico en la época de José María Aznar. Por delante todavía le queda la propia salida a Bankia. Aunque este palo ya parece bastante contundente para alguien fue todo en la economía española a finales de los 90′.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»77789″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Y es que la sentencia del alto tribunal, que se ha dado a conocer este martes, ha confirmado la resolución dictada por la Audiencia Nacional el 23 de febrero de 2017, que dio por acreditado el gasto de más de 12,5 millones de euros entre los años 2003 y 2012, así como el uso personal de los plásticos a sabiendas de que era una práctica ilegal y de que causaron un quebranto al patrimonio de la caja extinta.

Las penas varían para algunos de los condenados al estimar el Supremo que la atenuante de reparación del daño que consignaron judicialmente las cantidades que extrajeron con la tarjeta debe ser la misma que los que ingresaron el dinero directamente a los perjudicados (FROB o Bankia). La Audiencia Nacional consideró que los que lo hicieron a través del juzgado debía ser una atenuante simple y no como muy cualificada, categoría que se atribuyó a quienes pagaron a las entidades.

LA BUENA VIDA DE RODRIGO RATO

La sentencia que confirma en términos generales las condenas impuestas en su día por el uso de tarjetas ‘black’ por parte de los directivos de Caja de Madrid y Bankia relata que la conducta del presidente de esta última, el exvicepresidente económico Rodrigo Rato -que ha sido condenado por delito continuado de apropiación indebida– consistió en mantener «conscientemente» un sistema que, ya cuando se estableció en 1988 por el presidente de Caja Madrid Jaime Terceiro, «estaba pervertido en su origen y en su traslado a la práctica», pues ya entonces no era posible otra percepción dineraria que las dietas y las indemnizaciones.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»83125″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

El sistema, que antes de Rato también mantuvo e impulsó su antecesor en el cargo, el fallecido Miguel Blesa, consistió según el alto tribunal en «prescindir del camino legal», que habría conducido a solicitar un aumento de las cuantías asignadas a las dietas, para «construir un sistema nuevo, consistente en utilizar el concepto permitido de indemnizaciones pero suprimiendo la exigencia legal de justificación documental del gasto».

SE PUEDE RECLAMAR, PERO…

Rodrigo Rato puede recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC), aunque este trámite no dejaría en suspenso su entrada en prisión. Según expertos consultados por la agencia Efe, al tratarse de una condena de cuatro años y medio por un único delito no hay opción de suspenderla; de este modo, una vez notificada, el Supremo devolverá las actuaciones a la Audiencia Nacional, que emitirá la ejecutoria para el ingreso en prisión.

Aunque la ley no establece un límite en concreto para la entrada, los tiempos para que el condenado comience a cumplir su pena de forma voluntaria suelen ser muy cortos, entre 5 y 10 días. De no hacerlo, se emitiría una orden de búsqueda.