Entre 30% y 40% de la riqueza española se mantiene en el extranjero

Jeanna Smialek para Bloomberg

Señalar la desigualdad entre ricos y pobres es muy complicado porque los datos son excesivamente esquivos, y una nueva investigación muestra justamente lo difícil que puede ser esta labor.

El estudio es el primero de su tipo al cuantificar la evasión fiscal por país. El análisis de la investigación económica sigue con su mirada la disminución de ideas innovadoras, la trayectoria del poder en la fijación de precios y una última parte sobre la inflación y los salarios en los Estados Unidos y Europa.

¿Quién se salta los impuestos?

Una décima parte del PBI mundial se mantiene en paraísos fiscales extraterritoriales, pero esa proporción asciende al 15% en Europa y hasta a 60% para algunos países latinoamericanos. En lo que respecto a la riqueza offshore total como parte del PBI, los Emiratos Árabes Unidos, Venezuela, Arabia Saudita, Rusia y Argentina lideran al grupo, mientras que Alemania, Reino Unido y Francia tienen una participación superior a la media. Los Estados Unidos están por debajo del promedio.

Los más acaudalados de Rusia tienen hasta el 60% de su riqueza fuera de su territorio.

Existen factores estrechamente asociados con una alta proporción de riqueza / PBI en el extranjero: la proximidad a Suiza, la presencia de recursos nacionales o la inestabilidad política y económica. Esa podría ser la razón por la que los Estados Unidos está ligeramente por debajo del promedio, observó el economista Gabriel Zucman, uno de los autores del estudio.

La riqueza extraterritorial aumenta su desigualdad cuando se toma en cuenta los datos fiscales, ya que los países más ricos se adueñan de los rankings. En el Reino Unido, España o Francia, entre el 30% al 40% de la riqueza del 0,01% de los hogares más ricos se mantiene en el extranjero. Los más acaudalados de Rusia tienen hasta el 60% de su riqueza fuera de su territorio.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»30500″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

“La forma en que medimos la desigualdad en la economía y las ciencias sociales es mediante la confianza en los datos tributarios”, sostuvo Zucman. “Y existe un problema obvio de evasión fiscal: si sólo se echa un vistazo a datos fiscales, existe el riesgo de subestimar la verdadera concentración de la riqueza”.

También vale la pena destacar que Hong Kong ha crecido como destino para el dinero en el extranjero, probablemente gracias al aumento de multimillonarios en China y el incremento de la presión internacional sobre los paraísos fiscales más estratificados, como Suiza, pero ¿quién posee la riqueza en los paraísos fiscales? Esa es una pregunta sin respuesta.

El estudio se llama Macro Evidence and Implications for Global Inequality y fue publicado en septiembre de este año, está disponible en la página web de NBER.