La Rioja Alta experimenta un notable crecimiento de la venta online

El vino no está siendo ajeno a la crisis económica desencadenada por el covid-19. El canal Horeca es uno de sus principales clientes. Y no se sabe cuándo podrá volver a abrir sus puertas y en qué condiciones. De ahí que en bodegas como La Rioja Alta estén preocupados por la actual realidad económica y social.

“Un porcentaje muy elevado de nuestras ventas corresponde a bares, restaurantes y hoteles. Un mercado que, por razones obvias, está especialmente castigado”, señala Ángel Barrasa, consejero delegado de La Rioja Alta. Y añade: “Es muy pronto para hacer una valoración de lo que pasará en el futuro. Entendemos que la recuperación será lenta y habrá cambios en la manera de consumir”.

La exportación y la venta en el canal online son la otra cara de la moneda respecto a la venta en bares y restaurantes

Unos cambios que ya se están viendo en la bodega que produce vinos como La Rioja Alta, Lagar de Cervera, Aster, Viña Arana, Viña Alberdi, Finca Martelo o Viña Ardanza. Cierto que la venta al canal Horeca está parada. “En cambio, la venta online ha experimentado un notable crecimiento. Aunque, cuantitativamente, todavía sigue siendo un mercado reducido”, matiza Ángel Barrasa.

Una de las características que define a La Rioja Alta es su Club de Cosecheros. Fue fundado en 1976 y, entre las ventajas para sus socios, está la de adquirir vinos extraordinarios elaborados ex profeso que no se encuentran en el mercado. Otros provechos son poder disfrutar de un comedor privado, realizar cursos de cata en bodega, o recibir ofertas especiales de vinos y otros productos. “Tenemos un número de socios estable dado que operamos con cupos. Por otra parte, no hemos observado cambios en el comportamiento de los socios que lo son, ni en las personas que desean serlo”, resalta el consejero delegado de La Rioja Alta.

VENDIMIA EN LA RIOJA ALTA

Otra de las inquietudes que planean sobre el campo, en general, y que afecta a La Rioja Alta, tiene que ver con las labores propias: la falta de mano de obra. “Desde luego que la posibilidad de que haya problemas de personal en la próxima vendimia existe. Estamos trabajando desde ya para disponer del personal necesario a la vez que estudiamos alternativas”, reconoce Ángel Barrasa.

Lo que de momento no han hecho ha sido plantear un ERTE a su plantilla. “Intentaremos que nuestro personal, que no tiene la culpa de lo que está pasando, sufra lo menos posible esta situación”. Y matiza: “Es evidente que empresa y empleados tenemos que afrontar conjuntamente la crisis que se avecina y asumir, corresponsablemente, las consecuencias”.

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Con una buena parte del mercado nacional parado por el cierre del canal Horeca, la exportación se plantea como una solución para dar salida a la producción. “La verdad es que la exportación, de momento, se está comportando muy bien. La ventaja de tener una amplia presencia en los mercados internacionales es que, aunque la pandemia es mundial, existe una amplia variedad de comportamientos en el consumo. Y eso ofrece posibilidades de venta”, reconoce el consejero delegado de La Rioja Alta. Eso sí. A lo que no se atreve es a hacer una predicción sobre cómo puede acabar el año. “Es preciso que la situación se estabilice mínimamente para poder hacer previsiones”, concluye.