La Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, contra los tipos de interés negativos

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El estancamiento de crecimiento global hace que muchos dirigentes políticos y banqueros centrales le estén dando vueltas a qué hacer en caso de que la economía entre en una ralentización o en una recesión en los próximos meses. Los tipos de interés de los bancos centrales están muy bajos como consecuencia de las políticas monetarias expansivas llevadas a cabo por numerosos organismos monetarios mundiales para salvar la crisis de 2008, por lo que hay “poca munición” para hacer frente a una nueva crisis monetaria más allá de entrar en el territorio de los tipos de interés negativos en las que una entidad prestataria paga por dejar dinero y un depositante en el banco paga por tener dinero en el banco.

Sin embargo, dos altos cargos de importantes organismos monetarios, como son James Bullard presidente de la Reserva Federal de San Luis y miembro del comité abierto de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), y Gertjan Vlieghe miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BOE), se han manifestado abiertamente en contra de los tipos de interés negativos en una conferencia financiera celebrada en Londres.

«No soy un fanático de este tipo de política», dijo Bullard, conocido por ser uno de los miembros más partidario de políticas monetarias expansivas dentro de la FED. De hecho, fue Bullard quien abogó por un recorte amplio de tasas en Estados Unidos en septiembre que fuera de medio punto en lugar de los 0,25 que finalmente se aprobaron. Pero que el precio del dinero entre en territorio negativo no le convence. «Creo que las tasas negativas solo han tenido resultados mixtos donde se han probado, y también creo que los mercados de deuda a corto plazo de los Estados Unidos tienen diferencias con respecto a otros mercados y otras economías», ha dicho. Para Bullard no está clara cual será la reacción de los mercados de divisas a esta medida y como se adaptarían a tipos negativos.

De la misma opinión es el experto en política monetaria y máximo responsable del comité que lleva estos temas en el Banco de Inglaterra Gertjan Vlieghe. Preguntado en la misma conferencia si es partidario de que el precio del dinero caiga por debajo del 0, dijo que no se trata solo de una cuestión que afecte al dinero y al sistema monetario. “Existe un elemento importante como es la rentabilidad de los bancos y cómo puede afectar a la estabilidad del sistema financiero”.

Otro problema, a juicio de Vlieghe, es el tipo de activos que tienen en sus balances los bancos centrales de cada parte del mundo y si están indexados a la política de tipos de cada zona. “Y para mí no es una sorpresa que cada banco central de cada área económica tenga una opinión diferente de hasta donde es razonable que pueden bajar los tipos”

El economista británico-belga tampoco es partidario de experimentos monetarios como el conocido como “helicóptero del dinero” del que se empezó a hablar cuando Ben Bernanke era presidente de la Reserva Federal, consistente en inyectar dinero directamente a los ciudadanos a través de los Gobiernos sin pasar por el sistema financiero que suele acaparar toda esa liquidez que proporcionan los bancos centrales impidiendo que llegue a los ciudadanos.

Dos son los problemas que ve Vlieghe a esta política: primero que no deja de ser una expansión fiscal financiada con deuda en la que se mete a los bancos centrales de manera innecesaria, ya que la política fiscal es competencia de los gobiernos, y el segundo y más importante es que si banco central no paga interés sobre las reservas, eso equivaldría a tasas de interés a Cero, lo que dejaría a los bancos centrales sin el arma de manejar los tipos. “Como una intervención política para impulsar la inflación, ¡creo que hay muchas posibilidades de que funcione! El problema es que, sin instrumento para mover tipos, sin objetivo de tipos y sin un banco central independiente, se podría crear mucha más inflación de la deseable, y habría un período de duración incierta durante el cual la política monetaria sería incapaz de controlar la inflación».

En la actualidad, solo dos de los principales bancos centrales del mundo tienen tipos de interés negativos, Japón que tiene su tasa en el menos 0,10 por 100 y Suiza que tiene el diferencial en menos 0,75. La zona Euro tiene los tipos al cero. En lado positivo, Australia y Reino Unido cuentan con una tasa del 0,75, Nueva Zelanda los tiene al 1 por 100 y Canadá al 1,75 por 100. Estados Unidos es el que tiene los tipos más altos de este G8 con una tasa del 2 por 100.