El pasado año Gerard Piqué revolucionó el mundo del tenis con su nueva propuesta para la Copa Davis. Un formato innovador, con una única sede y sólo una semana de torneo, con todos los países del Grupo Mundial presentes. Una fórmula para evitar los desplazamientos de los jugadores durante la temporada, en un calendario ya extenuante de por sí. El Grupo Kosmos (liderado por el futbolista azulgrana) estrenará en 2019 este proyecto que le supondrá un total de 100 millones de euros anuales, destinados a organizar la cita, premiar a los participantes y seducir a las federaciones. Una inversión total de 3.000 millones de dólares (el acuerdo es a 25 años) que contará con Rakuten como principal sustento económico. El gigante del comercio electrónico ya ejerce de ‘title sponsor’ y copa todo el protagonismo en la página oficial.
Piqué espera rentabilizar ese dinero a través de tres bloques: televisiones, patrocinadores y entradas. A priori no supondrá ningún inconveniente. Los principales tenistas del circuito estarán presentes y la capital española sabe que el tenis cuenta con un buen respaldo, gracias al ejemplo del Mutua Madrid Open que se celebra en la Caja Mágica (misma sede de la Copa Davis este año). Acudirán tanto aficionados españoles como extranjeros y RTVE emitirá la cita como lo ha hecho hasta la fecha. Las entradas además presentan un coste atractivo para el aficionado. Incluso para aquel que desconoce el deporte. Una jornada de la fase de grupos, que incluye tres encuentros, cuesta en torno a 20 euros, un precio de lo más asequible para una cita de semejante nivel.
En su plan de inversión de 3.000 millones de dólares (algo menos de 2.500 millones de euros) para los próximos 25 años, el principal soporte del Grupo Kosmos será Rakuten. Sí, el gigante del comercio electrónico que figura en la elástica azulgrana. Piqué fraguó ese acuerdo entre el Barcelona y Rakuten en su momento, e hizo lo propio para la Copa Davis. El futbolista catalán es un buen amigo de Hiroshi Mikitani, presidente de la entidad nipona. De ahí que no le costase demasiado convencerlo para que soltara un buen puñado de billetes sobre la mesa, a cambio eso sí de un patrocinio a una gran escala.
RAKUTEN ACAPARA TODOS LOS FOCOS
El acuerdo se firmó el pasado mes de junio y se ha plasmado tiempo después en la página oficial de la Copa Davis. En el cabecero ahora puede vislumbrarse ‘Davis Cup by Rakuten’ donde antes figuraba el banco BNP Paribas, seña de identidad de esta competición en el último lustro. Lo realmente llamativo es que a pesar de que el banco francés sigue como sponsor, es difícil rastrear cualquier imagen en la web. Ni siquiera aparece en el apartado de patrocinadores, donde sí figuran otros como Adecco, Head o Bein Sport.
Este cambio de aspecto también afecta (aunque en menor medida) a Rolex. La marca de relojes permanece vinculada a la Copa Davis (será el reloj oficial), pero a parte de una pequeña enseña, poco más se puede visualizar. Es otra de las grandes damnificadas de la llegada de Piqué al frente de la Copa Davis. Rolex, además, se verá dañada por la decisión de Federer (el gran valedor de su enseña), de no acudir a la Copa Davis, desencantado con el nuevo formato.
Piqué estaba convencido desde un inicio de que su proyecto debía sostenerlo Rakuten. El gigante del comercio electrónico ha demostrado en los últimos años su obsesión por internacionalizar su marca y expandirse más allá del continente asiático. Y el deporte es el medio más factible para lograr ese ansiado resultado. Tras el Barcelona, ahora le ha tocado el turno a la Copa Davis. Un escaparate que en el pasado ha alcanzado más de 2.000 millones de espectadores entre más de 40 países.
El vínculo al que llegaron Rakuten y el Grupo Kosmos con la Federación Internacional de Tenis (ITF) se extiende únicamente a las dos primeras ediciones de Copa Davis, aunque lo más probable es que el contrato se prolongue otros dos años. Una forma de cubrirse las espaldas ante el incierto futuro tras un cambio de formato que permite lidiar con la nueva competencia que ha surgido en los últimos años: la Laver Cup de Federer (se disputó el pasado fin de semana) y la ATP Cup, que se estrenará a principios del año 2020 y que sí contará con la presencia del suizo.
La baja del helvético no debería ser un problema mayúsculo para Rakuten, que ha obtenido el sí de Nadal (no quiere fallar a Piqué), de Djokovic y del resto de grandes jugadores que conforman la ATP. Un alto nivel que permitirá captar la atención de más público. Y si el experimento funciona como se prevé, en los próximos años se trasladaría al circuito femenino, ya que el tenis se erige en la actualidad como el deporte más igualitario (reparten la misma cuantía a hombres y mujeres). El proyecto de Piqué es sólido y con futuro. La incógnita ahora es si Rakuten sacará provecho de su inversión. Sus acciones han caído desde que patrocina al Barcelona y la Copa Davis es ahora su principal vía para hacer frente a la fuerte competencia de Amazon.
