Las diferencias entre la oposición retrasan la moción de censura a Rajoy

Los partidos de la oposición en España están teniendo dificultades para reconciliar sus diferencias ante un plan para destituir al presidente Mariano Rajoy.

La moción de censura presentada por los socialistas, el mayor grupo de la oposición, ha sido admitida a trámite por la Mesa del Congreso -el órgano rector del trabajo en el Congreso- el lunes, pero la iniciativa necesita de un apoyo más amplio para tener éxito; y cada partido tiene su propia agenda.

Ciudadanos, un partido de centro y ocasional aliado del Gobierno de Rajoy, quiere que se retire la moción y en su lugar se convoquen nuevas elecciones. Los nacionalistas vascos están negociando un compromiso con los socialistas, que les garantice un gobierno independiente para su región, a cambio de apoyar la moción de censura. Los nacionalistas catalanes del PdCat, por su parte, se niegan a formar una alianza con Ciudadanos, aunque sea para sacar a Rajoy.

Aunque un largo conflicto político podría provocar nueva incertidumbre en el mercado y afectar la economía, la falta de acuerdo entre los partidos de oposición y la posibilidad de un Gobierno sin mayoría, según indican las encuestas, podrían jugar a favor de la supervivencia de Rajoy en el cargo.

Rajoy desafía

A pesar de las divisiones, los socialistas siguen con sus planes. José Luis Ábalos, uno de los más altos directivos del partido, llamó a todos los diputados a apoyar la moción, y agregó que su partido no está interesado en negociar con otras formaciones políticas.

En un discurso en un evento del partido en la región de Valencia, Ábalos dijo que no tenían más opción que actuar como lo están haciendo, y señaló que nunca había habido un fallo tan categórico.

Si bien Rajoy no fue juzgado en la causa que resultó en una condena de 33 años de un exdirectivo del PP, los socialistas afirman que no puede seguir al frente del Gobierno porque la trama de corrupción ocurrió durante su mandato. Rajoy aclaró que no tiene intención de renunciar o de convocar nuevas elecciones.

Las acciones y bonos españoles cayeron con fuerza el 25 de mayo. El índice selectivo Ibex-35 perdió un 1,7%, su mayor caída en casi tres meses. Podría ser una reacción exagerada de los inversores, afirmó Gonzalo Sánchez, gestor de fondos de Gesconsult, con sede en Madrid.

“Si se llama a una nueva elección, cualquier coalición formada por el PP, PSOE y Ciudadanos sería buena. No es como en Italia”, afirmó Sánchez.

El Gobierno estima que la crisis política podría costar al país 4.800 millones de euros de su producto interno bruto, según un informe al que ha tenido acceso Bloomberg News.

Rodrigo Orihuela para Bloomberg