Qué tienen los modelos ‘success fee’, que sientan tan bien a tu cuenta de resultados

El concepto de origen anglosajón success fee se puede traducir como «comisionamiento a éxito» u «honorario asociado al éxito» y se refiere al pago de una comisión por un servicio prestado, únicamente en caso de que se alcance el resultado planificado. Y generalmente, dicha comisión a éxito se pacta como un porcentaje del importe de los ingresos percibidos por la realización de un proyecto o por efectuar una operación o transacción satisfactoriamente.

La retribución a éxito alinea los intereses del cliente y su proveedor de servicios, asegurando la máxima implicación del segundo en la consecución de objetivos, si bien asume también riesgos derivados de que sea el cliente el verdadero responsable del éxito del proyecto.

Otro de los aspectos que preocupan en los success fee es la dificultad en algunas ocasiones de medir el éxito o que sólo se pueda evaluar al cabo del tiempo, por ejemplo en proyectos de mejora y cambio organizativo, en los que variables menos tangibles entran en juego. En la otra cara de la moneda para proyectos con variables a medir muy objetivas, por ejemplo un volumen de unidades vendidas específico, el proveedor de servicios puede plantear un plus en los honorarios en caso de alcanzar el éxito estimado.

Además del beneficio del ahorro en costes, ¡y en riesgos!, que tiene para una empresa contratar un servicio ofrecido bajo un modelo success fee, otras dos ventajas a destacar son:

  • La alineación de intereses entre los clientes y los prestadores del servicio y el incentivo que supone para éstos a la hora de perseguir el mejor resultado posible (ingresos o ganancias)
  • La máxima facilidad y transparencia con que se aplica el success fee, a las operaciones que se efectúan

MODELOS SUCCESS FEE EN LAS FINANZAS 

Centrándonos en el sector financiero, también encontramos ejemplos de utilización de un modelo de retribución success fee. Como principales ejemplos está: el pago de una comisión a un banco de inversión que actúa como asesor financiero, en el caso de que se complete con éxito una operación o transacción. En transacciones de compra y venta de empresas, la comisión es normalmente un porcentaje del valor de la operación o del valor de la empresa que se adquiere o vende.

En los últimos años han aparecido en el sector financiero las innovadoras empresas fintech, que están revolucionando el sector ofreciendo soluciones tecnológico-financieras que mejoran sustancialmente la gestión de las finanzas personales y corporativas. Algunas de ellas, que ofrecen servicios de financiación a empresas, aplican comisiones a éxito en la prestación de sus servicios.

Por ejemplo, hay plataformas de financiación participativa que ofertan a las empresas la posibilidad de obtener préstamos de inversores, llamadas plataformas de crowdlending. Para las pequeñas y medianas empresas, es una forma más asequible de obtener financiación, sobre todo si tienen dificultad de acceso a crédito bancario.

Las empresas ofertan las solicitudes de préstamos en el marketplace disponible en la plataforma y deben asumir algunos costes. El primero de esos costes es el de los intereses del crédito que se puede determinar directamente o, lo que es más habitual, mediante un proceso de subasta entre potenciales inversores. Se utiliza un sistema u otro, en función de la modalidad de gestionar el préstamo en la plataforma.

Otro coste que asumen las empresas solicitantes del préstamo es una comisión de éxito sobre el importe financiado, que la empresa fintech aplica periódicamente junto con el cobro de las cuotas en el banco del promotor (para devolver el capital e intereses a los inversores) y están vinculadas a la duración de la operación. Algunas plataformas también aplican una comisión de apertura al préstamo.

BilliB es una empresa fintech que también ofrece servicios financieros a las empresas, en este caso para la financiación de la cadena de suministro (SCF – Supply Chain Finance), siendo la única solución de SCF disponible actualmente para las empresas que buscan una total adaptación a la fiscalidad española. BilliB ofrece un entorno digital para gestionar directamente con sus proveedores los descuentos por pronto pago de sus facturas, incluyendo la liquidación del pago con tesorería o contra una línea de financiación. La gestión digital y dinámica de los descuentos consiguen un gran impacto positivo en sus cuentas de resultados, pues implica generar beneficio bruto. Además, con esta solución financiero-tecnológica, las empresas inyectan liquidez en la cadena de suministro fortaleciéndola en cascada, pues también pueden beneficiarse de ella los proveedores de sus proveedores.

El modelo de comisionamiento que utiliza BilliB, inspirado en los modelos de negocio a éxito y su aplicación a la prestación de servicios, resulta tremendamente atractivo para la cuenta de resultados de las empresas.

Las compañías únicamente pagan un porcentaje pequeño de la rentabilidad conseguida con sus pronto pagos, lo que no implica ningún riesgo, además de no tener que pagar cuotas de alta ni costes fijos. Aunque el atractivo de este modelo «sucess fee» es aún mayor porque, al implicarse BilliB en un win-win con sus empresas clientes, extiende su implicación con toda la cadena de proveedores, creándose un verdadero y largo win-win-win